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¡Hola a tod@s!
Soy la creadora de este blog, mi nombre es Anet, y realmente espero que lean todos los capitulos de esta maravillosa historia, esperando que disfruten cada uno de los capitulos que estan aqui, dentro de este blog.


julio 07, 2011

LIBRO 1 Capitulo 3

3. CADENAS DEL PASADO



-¿Dónde? ¿Dónde se encontrará el salón no. 1-B?- se preguntaba Ana a si misma en voz alta. Una de las cosas más extrañas en ella, era precisamente el hablar sola con alta voz.
-Se encuentra en el segundo edificio, justo subiendo las escaleras- respondió una voz de chico. Era David, el mejor amigo de Jorge, el cual también había estado secretamente enamorado de la ex-novia de su amigo.

-Gracias- contestó Ana cortésmente devolviéndole una mirada suspicaz.
-De nada- respondió David.
-“Me pregunto”- pensaba Ana mientras subía las escaleras, ahora ya un poco mas avergonzada por su extraña manera de hablar –“Si volveré a ver a Jorge y a todos mis amigos”-
-Creo que es mejor que entremos al salón de una buena vez- dijo Wiin al momento en que comenzaba a subir las escaleras rumbo al salón elegido.
Todos contestaron positivamente. David notó a Jorge un poco distraído. Algo había pasado esa mañana, algo  que tenía a Jorge como en otro mundo.
-¿Jorge, que te pasa?-
-Volvió- respondió cabizbajo.
-¿Quién volvió?- preguntó David muy desconcertado.
-Ana, volvió- agregó Jorge –Ya me vio, pero al parecer no logró reconocerme… después de todo han pasado 2 años desde que se fue-
-Y ¿Piensas decirle la verdad?- preguntó David.
-¿Sobre qué?… ¿Sobre quién soy? O ¿Por qué cuando la vi esta mañana no le dirigí la palabra?-
-Supongo- respondió David –Que sobre las dos cosas-
-No lo sé- contestó Jorge al mismo tiempo en que entraba al salón.
El nuevo salón era un poco grande para ellos, pues no se comparaba para nada con las aulas escolares de la secundaria; y los bancos parecían ser nuevos, el pizarrón blanco era enorme y en el estaba escrito el nombre del alumno y el lugar que le correspondía durante el semestre.
-¿Dónde te tocó sentarte Anilec?- preguntó Jorge al entrar y ver el pizarrón.
-De acuerdo Jorge- dijo ella sonriendo de modo extraño –No me lo vas a creer pero ¡Ana esta aquí!-
Jorge permaneció inmóvil, no sabía que expresión tomar. Estaba tan descolocado con la afirmación de que Ana también estaba en ese mismo salón, que olvido por una fracción de segundo la manera en la que la boca se cerraba. ¿Tenía que saludarla? ¿Disculparse por que aunque esa mañana la había visto, el no había dicho nada? ¿Qué hacer?
-¡Jorge!- exclamó Ana al verle, al tiempo en que lo abrazaba como lo había hecho algunos años atrás.
Jorge la miró fijamente, y no pudo evitar aquel abrazo, pero, durante todo el día trato con gran frialdad a Ana. Ella notó ese sentimiento con el cual Jorge la trataba y estaba claro que algo había ocurrido durante el tiempo en que ella se había ido. Ese día salieron de la escuela en la 7° hora, puesto que el profesor de Matemáticas no había asistido. No les extraño para nada, puesto que eso era lo que ocurría frecuentemente durante los primeros días escolares.
-¡Jorge!- decía Anilec al tiempo en que caminaba en dirección contraria a la de su hermano –Tú adelántate a la casa, yo iré con Wiin al centro comercial-
Desde lejos, Jorge asintió con la cabeza.
-¡Hey!- exclamó Ana, quien se encontraba detrás del chico –Espérame-
-¿Qué quieres?- preguntó Jorge un poco cortante sin siquiera voltear a encontrarse con la joven.
-¿Podemos hablar?-
-¿De qué?-
-¿De nosotros?- respondió Anahí un poco dudosa a la cuestión del joven. Una atmosfera extraña, pero más seca y fria que nunca, se dejo sentir entre aquellos dos jóvenes.
-¿Nosotros?- le confrontó Jorge, al mismo tiempo en que apretaba los puños –Desde hace 2 años que ese “nosotros” dejo de existir-
-¿Qué?... estas de broma, ¿cierto?-
-Tú te fuiste… me dejaste y prometiste que nunca me abandonarías… y aún así, no importa cuantas promesas hallas hecho,  tus decisiones cambiaron muchas cosas en la vida de muchas personas… cambiaron muchas cosas en mi vida, y una de ellas fue que conociera a Lucía-
Ana se quedo callada por unos momentos al sentir la atmosfera tan pesada. Jorge al ver que ella ya no tenía que decir, comenzó a caminar. Definitivamente había cambiado aquellos dos últimos años.
-¡Te quiero!- agregó Ana apenas de una manera audible –Fue esa la razón por la que volví… para cumplir mi promesa… por que te quiero-
-Pero… yo dudo que te quiera- respondió Jorge, quien al terminar de decir esto comenzó nuevamente a caminar. Por sus mejillas corrieron pequeñas lágrimas; pero no sabía si eran de dolor o de melancolía. La confusión lo dominó en un abrir y cerrar de ojos. Aquella chica a la cual amaba había vuelto a su vida con la intención de permanecer a su lado. Fue entonces que el crescendo de recuerdos volvió a su memoria. Logró recordarlo todo de aquella chica de 13 años que le había jurado amor. Un sentimiento que para ese entonces ya estaba manchado por otra persona.
-“Realmente ha cambiado mucho… no espere que fuese así… a sus 16 años es realmente bonita, su cabello corto, su complexión perfecta… no será una modelo, pero creo que sigue teniendo una buena forma… sus labios color melocotón, y sus mejillas coloradas… sus ojos achocolatados… entonces, ¿Por qué le dije eso?”- pensaba Jorge de camino hacia su casa. De pronto, los recuerdos le abrumaron de nuevo, haciendo que este comenzase a llorar.
Mientras tanto, Ana comenzó también a sollozar, tenía muchas preguntas, demasiadas, pero la gota que había derramado el vaso, habían sido, en definitiva  las ultimas palabras que Jorge había pronunciado ese día.

Se quedo de pie bajo el incesante sol ardiente del mes de agosto sin decir palabra alguna. Fueron las pequeñas gotas de sudor que comenzaron a resbalar alrededor de su frente, las que le indicaron que llevaba mucho tiempo bajo el sol quemante.  
-¡Tanto esperar para esto!- exclamó de un momento para otro, verdaderamente enojada -¡Como se nota que no ha cambiado nada! ¡Un idiota, eso es lo que es!, ¡Claro, si tenía que decirme eso, al menos primero me hubiese dado una bienvenida o algo por el estilo, por lo menos por ser amigos! ¡No, pero no, en lugar de eso, esto fue lo que recibí! ¡Una patada en el trasero hubiese estado mejor!... pero ni hablar, durante las últimas veces que estuve aquí, lo único que logré de mí relación con Jorge, fue llorar… ¡Tonta! Y yo que pensé que quizás había cambiado-
-Ana... ¿Qué haces por aquí?- preguntó Alejandra muy extrañada al ver a la joven hablar sola.
Ana la miró a los ojos borrosamente, pues ahora las gotas de sudor tocaban ya parte de sus pestañas.
-¿Qué paso?- preguntó nuevamente Alejandra -¿Por qué estás hablando sola?
-Lo siento, después de que me fui esta loca manía de hablar sola se fue apropiando de mí-
-Entonces… ¿todo bien?-
Ana permaneció en silencio, pues no sabía que era lo que debía responder a su mejor amiga, entonces la abrazó.
-Dime… ¿Qué fue lo que pasó cuando me fui?-
-Muchas cosas pasaron- respondió Alejandra tratando de consolar a la chica que para nada tenía signos de haber llorado –Jorge entró en una gran depresión, las cosas cambiaron radicalmente, es decir, seguíamos siendo amigos, pero no como antes, era como si cada uno de nosotros se hubiera aislado en su mundo; Lucía fue quien logró sacar a Jorge de la depresión en la que se encontraba sumergido, entonces él se enamoro de ella, de hecho…el parecido de tu voz con la de ella es increíble, pero… a finales del verano pasado… Jorge encontró a su novia al lado de su ex -novio… ellos nunca habían terminado-
Ana permaneció inmóvil, estaba completamente impresionada. Entonces, era justificable el comportamiento de Jorge. Suspiró en silencio al escuchar la razón del joven.
Ahora ya sabía quien era Lucía. Pero, ¿cuál era la verdadera relación que Lucía había mantenido con Jorge?
Aún había preguntas por responder. Ana debía prepararse para lo que venía, y Jorge también. Por que para ella quizás sería muy doloroso saber la verdad y cargar con ella, y para Jorge tal vez también sería duro olvidar su pasado, un pasado que seguía rondando alrededor de la vida normal de un estudiante de 16 años.





“Más sin embargo… a mí regreso… muchas cosas habían cambiado”

1 comentario:

ADRIANA SOLIS QUEZADA dijo...

Qué gusto que te decidas a escribir tu novela online, qué gusto que seas una joven escritora. Mucha suerte! seguire leyéndote. Por cierto dónde es ciudad Valle del rey?