BIENVENIDOS

¡Hola a tod@s!
Soy la creadora de este blog, mi nombre es Anet, y realmente espero que lean todos los capitulos de esta maravillosa historia, esperando que disfruten cada uno de los capitulos que estan aqui, dentro de este blog.


agosto 22, 2011

LIBRO 1 Capitulo 17

17. UN ABRAZO MÀS




-Ya ha pasado una semana desde que rompimos… y ni siquiera nos miramos en clase… creo que así nos estamos olvidando, ¿verdad?- preguntó Jorge al tiempo en que entraba al salón.
Aún podían distinguirse los colores del alba, puesto que ambos chicos habían llegado más temprano de lo acostumbrado a la preparatoria.
-Te dije que te arrepentirías por mentirle… por que no dejas a un lado tu orgullo, dile la verdad… dile lo que realmente sientes por ella, y lo que sentiste por Lucía y deja de mentirte a ti mismo también-
-Quizás deba dejar que el tiempo pase un poco más entre nosotros-
En ese instante el silencio reinó entre los dos. David estaba dispuesto a hacerlo. Fue en ese momento en que preguntó algo que si bien, ciertamente Jorge no esperaba.
-¿Qué harías si yo salgo con Ana?-
-¿A qué viene eso?-
-Quiero decir que no tienes derecho a enojarte si ella encuentra a alguien más mientras tú sigues haciéndote el tonto-
-No te atrevas a tocar a Ana-
-No me refería a eso… solo dile cuales son tus verdaderos sentimientos, si no lo haces te puedes arrepentir después-

Mientras Jorge y David entrenaban en el gimnasio, Ana y Alejandra se encontraban conversando en la azotea del edificio.
-¿No piensas volver con Jorge?-
-No lo sé… y no podré saberlo hasta que sepa la verdad sobre Lucía-
-Ana, ¿no has pensado que la que en realidad está obsesionada con ella eres tú y no Jorge?-
-Por favor… no hablemos más del tema-
-Como quieras- dijo Alejandra al tiempo en que se acomodaba el cabello –“Pero, discúlpame Ana, por que si tú no vas por Jorge, yo lo haré por ti”-

Las clases comenzaron, y aunque parecía que sería un día ordinario, fue algo extraño, puesto que Analía no había asistido a clases, y más aún puesto que Daniel le había pedido que esa noche no saliera a ninguna parte, puesto que tendrían una platica “familiar”.
David había tomado ya su decisión. Había comprendido cuales eran los sentimientos y emociones que Ana le despertaba.
Ese día los alumnos del 2-B, habían salido temprano. Era la situación perfecta para que David le dijese a Ana lo que en verdad sentía por ella. Aunque había un pequeño problema: Jorge.
Sin embargo, David era listo, así que sabía que a pesar de la situación encontraría la ocasión para hablar con ella, sin que Jorge pudiera molestarlos. Su plan era perfecto. Jorge, David e Iván salieron juntos de la preparatoria esa tarde, puesto que tenían planeado ir al centro comercial a comprar un par de cosas.
Justo en ese momento, David se percató de qué Ana iba sola en dirección hacia su casa. Esa era la ocasión que el destino le estaba dando. En ese instante el camión llegó. Sus amigos comenzaron a abordar.
-¿No piensas subir?- preguntó Jorge al ver que David no se subía al camión.
-Acabo de recordar que tengo que hacer algo muy importante… te dije que te arrepentirías-
En ese momento, las puertas del camión se cerraron. Jorge e Iván pudieron observar claramente como David corría velozmente hacia donde Ana se encontraba. Jorge casi por instinto tomó su celular, y llamó inmediatamente a David, pero sin embargo, él no contestó.
-¡David, cabrón! ¡Si le pones un dedo encima, te juro que te mato!- exclamó Jorge furioso mientras el mensaje era guardado en el buzón de voz.

David sintió como su celular comenzó a vibrar dentro de su pantalón, más sin embargo lo único que hizo fue tomar su celular y apagarlo.
-¡Ana!, ¿Vas sola?-
-Si, ¿Y tú?-
-También, si quieres podemos ir juntos-
-Vale… aunque es temprano-
-¿Eso es malo?-
-¿Eh?... bueno lo que pasa es que mi hermano le dio el día a Sofía, además él no estará en casa hasta en la noche… así que-
-¿Quieres ir a tomar algo?-
-Seguro- contestó la chica sonriendo.
Caminaron en dirección a la casa de Ana, pero justo antes de llegar, doblaron en una esquina, y llegaron hasta la pequeña plaza comercial que había cerca de ahí.
-Pensé que irías con los chicos-
-Si, bueno… oye, quizá sea muy directo, pero ¿piensas volver con Jorge?-
-¿Eh?-
-Tal vez no debí preguntar eso-
-Está bien… ¿sabes? Creo que el amor se trata de estar en el lugar indicado.-
-También pienso lo mismo… creo que si tú estas destinado a estar con una persona… pase lo que pase, siempre terminaras al lado de esa persona-
-Pienso lo mismo…-
-Nunca… me había divertido tanto hablando con una persona, bueno, más que nada por que piensas igual que yo-
-¿En serio?-
-Si… realmente me gusta estar contigo-
-Yo también me siento muy bien-
En ese momento ambos chicos comenzaron a reír. Tomaron una malteada de chocolate dentro de la plaza comercial. Después, salieron y jugaron un rato en las maquinas del mismo establecimiento. Comenzó a hacerse cada vez más tarde, así que ambos decidieron regresar. Comenzaron a caminar en silencio y despacio. Estaban por llegar a la casa de Ana, cuando en ese momento, Jorge llegó.
-Tengo que hablar contigo- dijo el chico al tiempo en que recuperaba el aliento.
-Creo que esto es algo que tienen que hablar ustedes dos- dijo David al tiempo en que se alejaba de Ana.
-¿David?-
-Descuida, nos vemos luego-
El silencio los alejó por unos cuantos segundos.
-Háblame de Lucía- agregó Ana en voz baja y sin mirar a Jorge a la cara –Si quieres volver conmigo, háblame de ella-
-¿Qué quieres saber?-
-Quiero saber quien era ella… yo sola la conocí visualmente, pero nunca tuve la oportunidad de hablar con ella-
-Su nombre completo era Lucía Vanessa Fuentes, su signo zodiacal era Tauro, su cumpleaños era el 10 de mayo… y aunque nunca lo admití, era un poco torpe-
-No quiero un perfil detallado… ¿Qué fue ella para ti?-
-No es algo tan sencillo de responder así como así-
-Entonces, si no me puedes contestar eso… yo no podré seguir así-
-¿Por qué huyes de mí?... siempre las personas que yo mas amo escapan de mi lado…yo amé a Lucía, la amé con todo mi corazón, y ella me traicionó… ella se alejó de mi lado- respondió Jorge entre sollozos. Estaba llorando justo como la vez en que ambos habían roto.
En ese momento, Ana comprendió todo, entendió la verdadera razón del sufrimiento del corazón de Jorge.
-No pasa nada- dijo la chica al tiempo en que se acercaba y abrazaba a Jorge –Ella no se alejó de ti, solo se apartó de ti por un momento… yo estoy segura que con amor te cuida desde el cielo, y también sé que se arrepiente de lo que te hizo… por eso, perdónala… perdónala…-
Jorge abrazaba fuertemente a Ana; lloraba como un pequeño niño. En ese momento la chica entendió la verdad: realmente la había amado; pero lo que más le dolía en esos momentos era que ella no había sabido corresponder a los sentimientos del chico.
-Perdónala Jorge- repitió nuevamente Ana.
-Yo te perdono… pero perdóname tú… perdóname por que no te pude hacer feliz-
-Gracias- agregó la chica al tiempo en que abrazaba con más fuerza al chico.
-“Esa era tu forma de ocultar tú dolor… siempre que alguien tocaba el tema de ella, lo cambiabas radialmente… la amaste y te dolió lo que pasó… pero ella ya no esta aquí, y debes aceptarlo… sé que duele, pero acéptalo…”-

Mientras Ana y Jorge seguían pensando sobre el pasado que para esos momentos, trataban de perdonar, David había llegado ya a su casa. Subió a su habitación sin decir palabra alguna. Y tan pronto como entró, se recargó en la puerta de su habitación y se deslizó hasta el suelo.
-¿Hasta cuando dejare de ser un maldito cobarde?- se pregunto en voz alta –Siempre he visto pasar la felicidad enfrente de mis ojos, pero nunca se ha quedado a mi lado… Daría lo que fuera por que la sonrisa de ella fuera por mí y no por él, estoy seguro de que si eso fuera así, yo nunca la lastimaría, nunca la haría llorar…  ¿Hasta cuando mi mala suerte se convertirá en buena?... por favor dime Ana, ¿hasta cuando te darás cuenta de que te amo?-

agosto 15, 2011

LIBRO 1 Capitulo 16 parte 2

Hola chicos! Intentare subir los capitulos los lunes (la primera parte) y los jueves (la segunda). Asi y pueden darse una chekadita esos dias n.n

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La mañana llegó mucho más rápido de lo esperado. Ana llego muy temprano a la preparatoria, y para su sorpresa con el único con el que se encontró fue con David. Hacía tiempo que no hablaba con él. Para ser exactos, nunca le había pedido una disculpa por lo del día de la fiesta.
-Hola- dijo ella al verle.
-¿Qué haces aquí?-
-Me he caído de la cama- contestó Ana sonriendo al tiempo en que se acomodaba los pequeños mechones que colgaban a los lados de su rostro -¿Y tú?-
-Tenía que practicar algunas jugadas-
Comenzaron a platicar sobre ella y Jorge, pero sobre su tema de conversación fue lo que había pasado el día anterior.
-Fui capaz de perdonarle-
-Después de todo eso fue antes de que él te volviera a ver, creo que debes tomar en cuenta que si tú hubieras estado a su lado, nada de eso hubiese ocurrido-
-Tienes razón… desde que me fui a Montenegro con mi mamá, muchas cosas pasaron en la vida de Jorge, sé que no puedo cambiar el pasado de Jorge… él odia a Lucia… y yo también la odio; por eso quiero hacer feliz a Jorge-
-Me parece bien. Dime ¿aceptas sugerencias?-
-Claro-
-Creo que si la relación se va a basar en problemas y dificultades, una parte debería ponerle fin-
En ese momento, Wiin llego en compañía de Iván, y por esta razón ambos no pudieron seguir platicando. Ese día, habría junta de profesores, y por esta razón, los alumnos tuvieron la salida temprano.
-Jorge… recuerda que hoy hay probabilidad de lluvia así que llega temprano- decía Anilec al tiempo en que tomaba su mochila.
-Si, lo sé-
Ambos hermanos salieron juntos de la preparatoria.
-¡Ana!- exclamó Jorge al tiempo en que corría hacia donde su novia se encontraba.
-Te estaba esperando-
-Oye, ¿A dónde vamos el fin de semana?-
-Ammm… quiero ir a la Montaña del Rey, quiero ver el atardecer contigo-
-Entonces iremos al mirador de la montaña-

El fin de semana tardó en llegar, puesto que los exámenes de mitad del semestre habían llegado. La primavera estaba en todo su apogeo, las pequeñas lluvias primaverales, eran excelentes para la cascada de la montaña, así que podría decirse que era la mejor temporada para visitar los paraderos de la Montaña del Rey.
El domingo, finalmente llegó. Ambos acordaron verse en el primer mirador a las 11 de la mañana. Caminaron cerca de 3 horas para poder llegar hasta el último mirador. La vista desde ahí era realmente hermosa; al norte se podía observar el amplio mar que permanecía abrazado a la pacífica ciudad de Valle del Rey. El este, la ciudad que nunca dormía, continuaba con su flujo normal. Mientras que en el sur de la ciudad pequeñas montañas lograban divisarse a lo lejos. Era realmente un escenario perfecto.
-¡Me alegra!- exclamó Jorge al ver el paisaje que se lograba divisar desde el último paradero de la montaña.
-¿De que hayamos venido?-
-Si, me alegra mucho-
En ese momento, ambos se dieron un largo beso.
-Esto es genial… la cascada está en su máxima capacidad- dijo Ana al tiempo en que volteaba a ver el espectáculo que la naturaleza brindaba en ese lugar.
-Claro que no Lu…-
-¿Lu?-
-Vámonos-
-Pero, si acabamos de llegar… ¿Lu?, Jorge ¿con quien me estas confundiendo?- preguntó Ana al darse cuenta de la confusión del chico.
Jorge la miró fijamente a los ojos y permaneció en silencio.
-Vámonos-
-Olvidémonos de Lucía… ella no fue nada justa, te mintió, te abandonó, y te traicionó… dime, en estos momentos, dime lo que realmente sientes por ella-
De alguna forma las palabras de la chica tocaron el corazón del joven. Fue entonces que comenzó a recordar todo lo que había vivido al lado de aquella persona que alguna vez, tiempo atrás, había sido importante para él. Los ojos del chico comenzaron a cristalizarse, y sus mejillas comenzaron a humedecerse.
-Vuelve… vuelve a la vida- contestó Jorge llorando y agachando la cabeza –Te perdono todo, así que vuelve-
Esa era la primera vez que Ana veía a Jorge llorar de esa forma. Y fueron esas únicas palabras las que bastaron para terminar de romper a la chica.
-Mentiroso… mentiroso-
Comenzó, entonces, a alejarse del chico con pequeños pasos hacia atrás, al tiempo en que recordaba lo que había vivido con el durante aquel medio año.
-No… puedo seguir así- agregó la chica para después tomar sus cosas y salir corriendo del lugar.
Todo seguía encajando de forma perfecta. Justo como se tenía estimado, la cálida lluvia primaveral, comenzó a caer cerca de las 5 de la tarde. Jorge se encontraba en la parada del autobús, totalmente empapado, y tan solo pensando en su persona amada: Ana.
En ese instante alguien se acercó lentamente a él. Era Karina, quien lo cubrió con su paraguas.
-Te vas a enfermar-
-Me acaban de dejar… ¿estás contenta?-
Karina guardó silencio y siguió su camino. Jorge, sin embargo, continúo de pie bajo la incesante lluvia recordando el rostro bañado de lágrimas de su mejor amiga.

agosto 11, 2011

LIBRO 1 Capitulo 16 parte 1

16. DESEQUILIBRIO




Ana se encontraba leyendo en el estudio de su casa; estaba sentada frente a Daniel. En ese momento, su celular comenzó a sonar. Sonó 3 veces seguidas, más sin embargo,  no contestó ninguna llamada.
-¿No piensas contestar?- preguntó Daniel sin dejar de escribir en su laptop.
-No-
-¿Por qué?-
-Por que simplemente no me da la gana-
-Si no quieres hablar simplemente dilo, y no seas grosera-
-Vale…- contestó la joven entre dientes.
Habían pasado más de 5 días desde que Ana y Jorge habían estado juntos. Ana no había vuelto a hablar con Jorge, puesto que no sabía como responder ante aquello que había sucedido con Karina.
-“Se trataba de la hermana menor de su ex-novia… sea como sea que las cosas pasaran… también la traicionó a  ella”- pensó al tiempo en que apagaba su celular.

La mañana siguiente, durante las prácticas de deportes, los chicos serían evaluados como parte de las calificaciones parciales, y a pesar de que Jorge había puesto todo su empeño en anotar los 5 puntos sobre la canasta de basquetbol, no consiguió más que un solo crédito.
-¡Maldición!- exclamó al tiempo en que tomaba asiento al lado de David.
-No hay que ser adivino para saber que estás pensando en alguien-
-La he llamado como 50 veces y no me contesta-
-Sigue llamándola-
-¿Acaso no has escuchado que dije “50 veces”?-
-Pues que sean 100-

Las clases parecían ser eternas para Jorge, puesto que cada vez que encontraba la ocasión para hablar con Ana, ella no hacía otra cosa más que evitarlo. Ni siquiera lo miraba en clase. Jorge había entendido, gracias a la plática que había tenido con David que si ella no le daba la oportunidad, él la tenía que encontrar la forma de hablar con ella así fuera por la fuerza. Estaba claro que si no conseguía hablar con ella en la preparatoria, lo tendría que conseguir en su casa.
Era ya un poco tarde, puesto que los colores del cielo, cada vez comenzaban a ser mucho más tenues. Ana se encontraba en el estudio escribiendo una historia que si bien, había empezado el último día que había pasado en Montenegro, a la cual, el tiempo perdido al lado de Jorge, no le había dado la oportunidad de seguir con la historia. Pero, justo en esos momentos, la voluntad de la escritura y la imaginación reinaban en su cabeza, así que le había parecido un buen momento para poder continuarla.
En ese instante, alguien tocó al timbre de su casa.
-¡Jorge!- exclamó Daniel al abrir la puerta- ¿Buscas a Ana?-
-Si-
-Pero, pasa-
-No está bien, aquí la espero-
Daniel entró en la casa, y se dirigió hasta donde Ana se encontraba.
-Te buscan-
-¿Quién?- preguntó Ana sin dejar de escribir en su pequeña laptop puesto que no esperaba visita alguna.
-Es Jorge-
-¿Eh?- preguntó Ana al tiempo en que cerraba su laptop y la dejaba a un lado de ella –Dile que estoy dormida o invéntate algo-
-¿Por qué habría de hacer eso?-
-Por que no le quiero ver-
-Ha venido hasta aquí por ti… y mira que ya es un poco tarde-
-Me da igual, no quiero verle-
-Está bien- agregó Daniel antes de salir del estudio.
Daniel salió de la casa y le dijo a Jorge que por el momento su pequeña hermana se estaba bañando.
-Entonces la esperaré-
-Sé como te sientes, pero lo mejor será dejarla sola por el momento-
-Está bien… por favor, dale esto por mí- agregó Jorge al tiempo en que le daba a Daniel un pequeño pero hermoso ramo de flores. Después de esto, Jorge se marchó.
Daniel entró nuevamente en la casa, y para esos momentos, Ana ya lo esperaba en la sala.
-Toma- agregó Daniel mientras le mostraba el ramo de flores.
-¿Qué es esto?-
-Lo dejó para ti-
-Idiota- susurró.
-En verdad no te mereces un novio así-
Ana permaneció en silencio. Comenzó entonces a recordar la última plática que había tenido con Jorge.
-“Ese chico al que no merezco se acostó con la hermana de su entonces novia”- pensó Ana al tiempo en que tomaba una de las flores del ramo –“Esta flor... es tan delicada y dulce… quizás Jorge me lo ocultó por cortesía, y aunque no fuese la opción más justa… él mismo lo dijo aquel día… él… también odia ese pasado”-
En ese momento, cedió nuevamente a los sentimientos del chico. Salió apresuradamente de su casa. “Quizás no estoy siendo justa, pero puede que Jorge también este sufriendo con esto”.
Corrió con todas su fuerzas, hasta que finalmente logró alcanzar a Jorge.
-¡Jorge!- exclamó la chica al verlo -¡Te quiero!-
Jorge permaneció en silencio por unos momentos. La miró fijamente a los ojos, al tiempo en que se acercaba lentamente. Se detuvo enfrente de ella, y la abrazo fuertemente. Las cosas habían vuelto a su lugar después de todo. El fuego del amor que había entre estos dos jóvenes era aún más intenso que su sentimiento de pérdida; pero quizás, y solo quizás, si ese mismo fuego no hubiese sido tan intenso no hubiera quemado las manos que en aquel entonces estaban nuevamente unidas.

agosto 08, 2011

LIBRO 1 Capitulo 15 parte 2

*Aqui esta la otra parte del capitulo 15. Espero que la disfruten mucho :)!
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Los días comenzaron a pasar sin que ambos jóvenes se dirigieran la palabra. No se hablaban ni mucho menos se miraban a la cara. Una cálida corriente del sur, hizo que los días en Valle del Rey fuesen mucho mas templados.
La noche justo antes del partido de eliminatoria comenzó a caer cálidamente, justo cuando las estrellas comenzaron a cubrir el cielo. Jorge acababa de tomar un baño, justo cuando su celular sonó. Era David, quien le pedía verse con él para aclarar algunas cosas sobre las prácticas de futbol.
Jorge salió de su casa cerca de las 9 de la noche. Pero, sin embargo la plática no fue de las prácticas exclusivamente, sino que se centraron en un tema en particular: su relación con Ana.
-Yo creo que deberías decirle la verdad…- dijo David al tiempo en que se sentaba sobre el verde pasto del habitual campo en el que ambos solían practicar.
-¿La verdad?... dime ¿Qué ganaría con eso?, después de todo aunque yo le diga la verdad, eso no cambiaría nada- contestó Jorge mientras permanecía de pie intentando hacer unas cuantas ‘dominadas’ con el balón.
-¿Qué no cambiaría nada?-
-Las cosas ya están hechas… y aunque le diga a Ana la verdad, eso no cambiará en nada, así que pienso que no viene a cuento que ella lo sepa-
-Si sigues mintiéndole, lo único que lograrás será lastimarla-
-No lo haré… no voy a lastimarla-
-¿Qué pasaría si ella descubre que le mientes?-
-Trataría de arreglar las cosas…-
-Supongo que con otra mentira… quizás después te puedas arrepentir, ¿has pensado en eso?-
 -No me he arrepentido de nada de lo que he hecho hasta ahora… no me arrepiento y nunca lo haré-
-¿A que viene eso?-
-Eso es parte de mi filosofía-
-Valla cosas…lo que trato de decir es que mentir no es bueno- agregó David al tiempo en que se ponía de pie y continuaba caminando.
-Pero pienso que en este caso es lo mejor que puedo hacer-
-Al menos si le vas a mentir, prepárate para las consecuencias… por que puede que te arrepientas toda tu vida-

Esa noche pasó demasiado rápido para ambos jóvenes. Después de aquella tarde, ambos habían descubierto cosas el uno del otro. Era como si pudieran comprenderse perfectamente, pero como si fueran completamente diferentes al mismo tiempo.
-“Lo que paso ese día… parece tan irreal…”- pensaba Ana al tiempo en que comenzaba a cerrar los ojos.
-Parece que estas enferma- agregó Anilec al tiempo en que tocaba la frente de Ana -¡Estas ardiendo!-
Justo en ese momento, Ana se desmayó. Había pescado un pequeño resfriado. Daniel fue a recogerla lo más rápido que pudo. Permaneció dormida la mayor parte de la tarde. Estaba plácidamente recostada en su cama, cuando escuchó una voz al lado suyo.
En ese momento abrió los ojos, y se dio cuenta de que Jorge se encontraba acostado junto a ella.
-Hola- dijo él en voz baja intentando no alterarla.
-Hola- respondió ella al saludo -¿Qué haces aquí?-
-Es que te veías tan dulce dormida que me acerque para verte mejor- contestó Jorge al tiempo en que se sentaba en la cama –Vine a dejarte los apuntes el día de hoy-
-Gracias-
-Siento lo del otro día-
-Jorge, tú eres la persona que yo más quiero en este mundo, por eso quiero saber la verdad-
-¿Cuál verdad?-
-La verdad sobre porque Karina te odia tanto-
-Pero, ya te lo dije-
-Eso no es cierto… te prometo que sea cual sea la verdad… yo la aceptaré-
Jorge dudó por un momento, pero si Ana había prometido aceptarlo, estaba claro que podía confiar en ella.
-Bien- contestó Jorge en tono de burla –Y el juego comienza… le preguntamos a 100 personas lo siguiente, ¿Por qué Karina me odia?... 3 opciones… 1° Karina me rechazó, 2° Yo la rechacé a ella, 3° Ambos estábamos enamorados-
-La segunda-
-Primer fallo-
-La primera-
-Segundo fallo-
-¿La tercera?-
-No… ¿lista?, eso era un calentamiento-
-Déjalo así, es evidente que aún te falta madurez para este tipo de cosas-
-1° Acosaba a Karina, 2° Ella me acosaba a mí-
-Ya déjalo, dices cosas raras y sin sentido- interrumpió la joven entre dientes.
-Quizás… y la tercera te parecerá la más rarísima de todas… 3° Ella y yo nos acostamos-
-Es la más estúpida que he oído-
-Verdad que si-
-Ok, lo admito, me sorprende que tengas tanta imaginación…- dijo Ana al tiempo en que pequeñas lágrimas comenzaban a caer sobre su cama –Aún tratándose de una broma, eso si que es repugnante-
-Si… tanto que realmente lo fue-
Esas últimas palabras bastaron para que Ana terminara de comprender todo. Estaba más que claro para ella. Mientras lloraba pensaba en lo que ella misma le había prometido a Jorge hacía unos cuantos minutos: “Sea lo que sea, yo lo aceptaré”.
Jorge se quedo callado al verla llorar. En ese instante vinieron a su mente las palabras que David le había dicho el día anterior: “Te arrepentirás el resto de tu vida”
-Ojalá- dijo Jorge al tiempo en que tocaba la cabeza de la chica –Pudiera reescribir mi pasado… si pudiera hacerlo haría todo lo que fuera posible para cambiarlo si con eso dejaras de llorar-

agosto 02, 2011

LIBRO 1 Capitulo 15 parte 1

15. CONFESIÒN



-¿Sabes cual fue la razón por la que Lucía decidió ir a Minago con mi padre aquel día?- preguntó Karina con cierto tono de frialdad.
-No, y no me interesa saberlo-
-Si hubieras hecho a un lado tú estúpido orgullo, quizás ella ahora estaría viva-
-Ella era una zorra igual que su novio-
-Si, igual que su ex-novio, el tipo con el cual te engañó… pero, si te hubieras retractado de tus palabras…-
-¿Cuáles palabras?-
-Ella me contó sobre el último encuentro que tuvieron-
-¿Ahora me estás echando la culpa a mí?-
-Yo no he dicho nada sobre eso-

Mientras Karina y Jorge hablaban, Ana intentaba escuchar la conversación que ellos mantenían, pero a pesar de sus miles de intentos, no logró escuchar nada ya que no pudo abrir la puerta.
-¿Aún recuerdas lo que paso hace un año?- preguntó Karina seriamente.
Jorge se quedó callado, al tiempo en que recordaba aquel día en que había estado con la chica confesa.
-No te preocupes- dijo ella al percibir el silencio del          chico –Haré tu pecado un poco mas liviano… ¿sabes?, mi hermana fue la primera en engañarte, después de pasar un mes a tu lado, comenzó de nuevo a tener contacto con Manuel… ahora que ya sabes la verdad, no tengo nada más que hacer aquí-

Casi en el mismo instante en que Karina se marchó, Ana salió de la casa de Jorge con sus cosas. Salió sin siquiera mirarlo a la cara, pero justo antes de que ella llegara a la esquina el chico logró detenerla.
-¡¿Por qué me mientes?!- exclamó Ana llena de                coraje – ¡Primero dices que no quieres que te mienta, y luego eres tú quien tiene el descaro de hacerlo!-
La chica estaba tan furiosa que no se dio cuenta de que estaba a punto de darle una bofetada. Más sin embargo, Jorge la detuvo bruscamente, tomando su mano fuertemente al tiempo en que la apretaba.
-Tú- dijo sin mirarla a la cara –No sabes lo que es amar a alguien y que no te correspondan… no sabes lo que es sentir la perdida de alguien a quien amaste…no sabes lo que se siente saber que tú persona amada, murió por su persona amada, y que esa persona no eras tú- dijo Jorge casi al punto de perder el control de sí mismo.
-Me duele- susurró Ana con pequeños gemidos al tiempo en que miraba a Jorge.
En ese instante Jorge soltó la mano de la chica. Ana cayó al suelo simultáneamente; y a pesar del dolor de su mano y de su propio corazón, no levantó la mirada. Jorge se quedó de pie por un momento frente a su novia, hasta que finalmente dio la media vuelta para marcharse, no sin antes decirle a la chica que no sabía que era exactamente lo que sentía.

Ninguno de los dos se dio cuenta de que David y Anilec, la hermana de Jorge, lo habían visto todo.

agosto 01, 2011

LIBRO 1 Capitulo 14 parte 2

CAPITULO 14 (CONTINUACION)


“¿Por qué Karina tiene la misma fotografía que Jorge tiró ayer por la ventana?”, esa era la pregunta que rondaba por la cabeza de Ana. Estaba recostada en su cama, cuando justo en ese momento, Sofía tocó a la puerta de su habitación.
-La buscan señorita- dijo la señora encargada del mantenimiento de la casa desde afuera.
-¿Quién?- preguntó Ana al tiempo en que guardaba la fotografía en su libro de inglés.
-El joven de siempre-
Esas palabras le bastaron a la chica, para saber que se trataba de Jorge. Se levantó tan rápido como pudo y al abrir la puerta se dio cuenta de que Jorge se encontraba ya de pie frente a ella.
-¿Tan irresistible soy?- preguntó al verla tan agitada y sobresaltada.
-No te lo tengas muy creído- contestó Ana sonriendo intentando recuperar el aliento.
-Seguro… oye, préstame tú libro de Ingles-
-Claro- agregó la chica olvidando que ahí había guardado la fotografía -¿Qué le paso al tuyo?-
-Lo he dejado en la preparatoria- contestó Jorge al tiempo en que comenzaba a hojear el libro. Lo hojeó detenidamente, y al cambiar una de las páginas, se dio cuenta de que justamente ahí se encontraba la fotografía que Ana había tomado esa mañana de entre las cosas de Karina. El silencio se hizo presente entre los dos.
-¿Me la devuelves?- preguntó Ana en voz baja tratando de sobrellevar las cosas al tiempo en que también vio la fotografía.
-Este tipo de bromas no me gustan- agregó Jorge justo al tiempo en que rompía en dos la fotografía. Después de esto, salió de la habitación de la joven.

La noche pasó sin que algo importante sucediera. Al día siguiente, Jorge ni siquiera volteó a ver a Ana. La evitaba completamente. No hablaron, sino hasta que Ana se armó de valor para confrontarlo.
-¿Estás enojado?-
-Sabes algo, la verdad eso era algo que no esperaba de ti- dijo el chico al tiempo en que comenzaba a alejarse de aquella que a pesar de todo seguía siendo su mejor amiga.

Los días pasaron sin que ambos jóvenes cruzaran palabra. De alguna forma, pensaron que sería mejor dejar que las cosas se calmaran por sí solas.
Puesto que los exámenes habían terminado, los compañeros de clase del salón 2-B, habían decidido organizar una fiesta en la casa de Iván, uno de los amigos de Jorge, con el motivo de celebrar que los primeros exámenes del semestre habían concluido.
David había invitado a Ana a que asistiera con él, pues pensaba que si lograba hacer que Jorge se pusiera celoso, las cosas entre ellos volverían a ser como antes. Más sin embargo, esos días bastaron para que Jorge descubriera sus verdaderos sentimientos hacia Lucía. Se dio cuenta de que realmente la había amado. Pero más que reconocerlo, lo aceptó. Aceptó que aquel sentimiento nunca había muerto. Pero, aún más que sentirse bien por la respuesta que su corazón había encontrado, se sintió aún más confundido. ¿Acaso no sería Ana tan solo un reflejo de Lucía?
Quizás si, y quizás no. Pero eso era algo que él tenía que descubrir por sí mismo.

Finalmente el día de la fiesta llegó. Analía y Ana habían quedado de verse para llegar juntas a la fiesta.
-¿Está bien que vayas con él?- le preguntó Analía al tiempo en que caminaba del lado de Ana.
-Si, ¿Por qué no?-
-Bueno, después de todo es el mejor amigo de Jorge-
-Vale, yo voy con él solo como amiga-
-Si tú lo dices, pero también toma en cuenta que las cosas se pueden mal interpretar-
-No importa lo que los demás piensen, lo importante es lo que yo pienso-
-Eso es cierto- agregó Analía antes de entrar en la casa de Iván.
Cuando llegaron, se dieron cuenta de que tanto Jorge como David ya estaban ahí. Ambas chicas se sentaron en la misma mesa que David. Jorge observó a su novia desde el primer momento más sin embargo, no hizo nada por acercarse a ella.
Observó como desde el primer momento las chicas comenzaron a reír al lado de David, y que inclusive su hermana se encontraba al lado de su mejor amigo. Recelaba realmente a su novia. Se moría de los celos de ver a su chica sentada a 10 metros de distancia al lado de otro chico. Pero lo que le colmaba, era que ese chico fuera su mejor amigo.
-Oye anímate, después de todo es una fiesta- agregó Iván al ver la forma en la que Jorge miraba a su mejor amigo –Relájate, no le hará nada-
-Lo sé… después de todo es David-
En ese momento, observó como David y Ana se ponían de pie y se preparaban para comenzar a bailar.
-Jorge compórtate como alguien maduro-
-Claro-
-Woo… que linda pareja hacen Ana y David- agregó Wiin al tiempo en que se acercaba a Jorge, puesto que no sabía que Ana y él estaban peleados.
-OK… hasta aquí aguanté- agregó Jorge al tiempo en que se acercaba a David. Tomó al chico de los hombros y lo tiró al suelo de un golpe.
Estaba por comenzar a golpearlo, cuando sintió como sobre su camisa escurría líquido. Ana le había tirado agua encima.
-¡No me lo puedo creer!- exclamaba al tiempo en que ayudaba a David a levantarse -¡Eres lo peor!-
Y después de decir esto, Ana salió de la fiesta. Jorge se quedó pasmado por un momento, hasta que volvió en sí, solo para tomar sus cosas y salir detrás de Ana.
Caminaron por un par de calles, hasta que el interpelado trató de acercarse a la chica, pero justo cuando le tocó el hombro para detenerla, ésta lo recibió con un pequeño manotazo.
-¿Qué quieres?- preguntó sin voltear a verle pues estaba totalmente furiosa, tanto que sus ojos habían comenzado a cristalizarse por el mismo coraje-¿Acaso no te bastó con lo que acabas de hacer?, eres un estúpido, él es tú mejor amigo-
-Lo sé-
-No-contestó Ana al tiempo en que volteaba a verle intentando resistir las ganas de abofetearle–No lo sabes, si no, no le hubieras hecho lo que le hiciste-
-Lo sé, pero tú eres mi novia- agregó Jorge intentando comparar su tono de voz con el  de la chica –Además, preferiría que no estuvieras con algún otro chico-
Esas palabras bastaron para que Ana se calmara del todo. Una pequeña brisa golpeó la cara de la joven. Se inundó completamente con el perfume de Jorge, tanto, que verdaderamente quiso estar en sus brazos.
-Vayamos a mi casa- dijo Jorge en voz baja.
-¿Para qué?-
-Bueno, después de todo, ya que te arruine la fiesta… quizás lo pueda compensar viendo una buena película-
-Quizás…-

Tomaron el autobús hasta la casa de Jorge. Al entrar, Ana se dio cuenta de que ahí se encontraban tanto el papá de Jorge como su mamá. Subieron a la habitación del chico, y escogieron la película. Estaban por comenzar a verla, cuando la madre de Jorge tocó a la puerta avisando que había alguien que buscaba al chico. Jorge asintió diciendo que bajaría en un momento.
-¿Quién será?- preguntó Jorge mirando a la joven con cara de intriga.
-No tengo ni idea-
Jorge bajó al tiempo en que se acomodaba el cabello, y mientras tanto, Ana se asomó por la ventana para saber quien era la persona que buscaba a Jorge. Ambos chicos hubieran pensado en cualquier persona menos en ella.
Era Karina quien estaba esperando a Jorge. Ana, al verla, bajó inmediatamente, para ver si podía escuchar lo que Karina y Jorge estaban por hablar.
-¿Qué quieres aquí?- preguntó el chico al verla. Pensó en Ana, y como la conocía, supuso lo que había hecho, así que tan pronto como le hizo la pregunta a Karina, cerró la puerta.
-Vengo a decirte la verdad- contestó Karina intentado hablar esta vez en voz alta –Sobre lo que pasó ese día… el día en que Lucía murió-