BIENVENIDOS

¡Hola a tod@s!
Soy la creadora de este blog, mi nombre es Anet, y realmente espero que lean todos los capitulos de esta maravillosa historia, esperando que disfruten cada uno de los capitulos que estan aqui, dentro de este blog.


julio 29, 2011

LIBRO 1 Capitulo 14 parte 1

14. DESEO Y DOLOR



-Ana… quédate a dormir- agregó Jorge al tiempo en que dejaba de abrazar a la chica.
-¿Eh? Pero… tú hermana-
-Está bien, ella no dormirá en la casa esta noche, ni mamá, ni mi padre estarán aquí-
-No estoy preparada para esto… creo que para mí esto es un poco más psicológico que físico-
-Vale… me vale con dormirnos abrazados durante toda la noche-
-Jo… no confió en ti en ese aspecto-
-No te creas... nunca te obligaré a hacer algo que no te guste-
-Bueno, entonces me voy-
Ana salió tan rápido como pudo de la casa de Jorge. Estaba demasiado agitada como para poder pensar alguna otra cosa que no fuera él. Su espalda recargada sobre el fino pecho de Jorge. Solo de imaginarlo, sentía como su piel se erizaba al instante.
-“Lo siento, hermano… pero tengo a alguien a quien puedo entregarle todo… por eso cuando ese momento llegue, no me arrepentiré… jamás, nunca lo haré”-

La noche pasó demasiado lento para ambos jóvenes. Pero sin embargo, habían descubierto que no importaba si sus cuerpos estaban separados, por que sus corazones latían al mismo tiempo y con el mismo sentimiento.

La primera hora en la escuela fue de Educación Física. Las chicas estaban por salir de los vestidores, cuando vocearon que la junta de representantes necesitaba reunirse urgente con los demás titulares. Eso incluía obviamente a Ana.
Cuando la joven llegó hasta donde se encontraba la mayoría de los titulares, les fue informado que el profesor de inglés había sufrido un accidente, por lo que faltaría a clases por más de dos semanas. Les fue entregada una lista que contenía los resultados de los últimos exámenes de inglés. Ana tomó la lista del grupo 2-B y la llevó hasta su salón. Llegó a su banca y la guardó en su mochila. Estaba por salir cuando por accidente tiró las cosas que estaban sobre el banco de Karina.
-Demonios… le he tirado las cosas… quizás si las acomodo bien no se de cuenta- dijo Ana al tiempo en que recogía las cosas que había tirado por accidente. En ese instante, vio un libro que le pareció muy familiar. Era igual al que ella había leído hacía ya unos meses. La nostalgia la invadió. Quería volver a leer la cita que le había llenado de sentimiento sobre aquella historia. Observó el libro detalladamente y se dio cuenta de que había una página doblada. Lo abrió y observó que se trataba de la misma fotografía que Jorge había tirado la noche anterior. En ese momento, el timbre de cambio de hora se escuchó. Casi por instinto, Ana tomó la fotografía y la guardó entre uno de sus libros. Karina fue la primera en entrar, y tan pronto como vio sus cosas se dio cuenta de que alguien las había movido. Rápidamente buscó la fotografía; pero solo logró darse cuenta de que no estaba.

Ese día pasó demasiado rápido, al menos para el gusto de Ana. Quizás por que había hablado muy poco con Jorge, o tal vez por que había tomado aquella fotografía que sostenían sus manos sin permiso.

julio 25, 2011

LIBRO 1 Capitulo 13

13. DECIDIR



Afuera no había dejado de nevar, y las clases matutinas del  2-B ya habían terminado. Ana se encontraba en el baño de las chicas arreglándose el cabello un poco, justo cuando recordó lo que David le había dicho días atrás.
-“Dijo que me veía mas bonita”- pensó al tiempo en que se sonrojaba.
Justo en ese instante, Anilec, Wiin y Alejandra rodearon a la joven.
-¿Y bien?- preguntó Wiin.
-¿Eh?- contestó Ana totalmente impresionada por la pregunta de su amiga.
-Desde hace un tiempo, que no nos hablas ni nada por el estilo-
-Es solo que… casi no tengo tiempo-
-¿Tiempo?, claro como vas a tenerlo si se lo dedicas todo a mi hermano- contestó Anilec de manera casi automática.
-¿Y eso que tiene de malo?- preguntó Alejandra intentando ser menos directa.
-¿Cómo que qué tiene de malo? Nosotros también somos sus amigas-
-Pero si Ana tiene novio, creo que deberíamos estar felices por ella, y en lugar de pedirle que nos de tiempo, nosotras deberíamos estar buscando también novio, ¿no lo creen?-
-Sí, sí- dijo Ana vagamente al tiempo en que salía del pequeño círculo que sus amigas habían hecho alrededor suyo.
Salió de la preparatoria sola, puesto que Jorge tendría práctica de futbol. Caminó hasta la parada del autobús y esperó a que llegara; estaba sentada sobre una pequeña banca, cuando se dio cuenta de que un tipo de extraña vestimenta se estaba acercando a ella.
-La busca la señora Marina- dijo el tipo de ropas negras a la joven –Toda la compañía le esta buscando-
En ese instante, el tipo tomó fuertemente a Ana del brazo. La joven intento moverse, pero le fue completamente inútil.
-¡Suélteme!- exclamó la chica.
-¡No escuchaste! ¡Que la sueltes!- exclamó Analía al tiempo en que golpeaba al extraño sujeto por detrás de la cabeza -¡Corre!-
Ambas comenzaron a correr, tan rápido como sus piernas les permitieron, y no pararon hasta sentirse seguras del extraño sujeto.
-¿Estás bien?- preguntó Analía muy agitada.
-Si… ni siquiera conocía al tipo-
-No te buscaban a ti… me buscaban a mí-
-¿A ti?-
-La señora que había creído mi madre por más de 15 años resulto ser mi tía… ahora ella está muy mal, y se supone que después de que ella muera, uno de los tres hijos de mi verdadera madre tendrá que asumir el control de la compañía Star Streek-
-¿Star Streek?-
-Sí… ¿la conoces?-
-Claro, bueno después de todo es una marca de ropa muy conocida… pero tú no quieres ser la persona que asuma el cargo, ¿verdad?-
-Sinceramente no… oye, si cuando nos conocimos te di una mala impresión… lo siento-
-Vale, está bien… quizás estabas nerviosa-
-Un poco…-
En ese momento, el celular de Ana comenzó a sonar; era Jorge quien desde hacía un rato había intentado comunicarse con ella.
-¿Era el chico que se sienta detrás de mí?- preguntó Analía sonriendo.
-Sí… bueno-
-¿Es tu novio?-
-Eh, sí… bueno me tengo que ir-
-Vale, nos vemos, claro que sí, ten cuidado con los tipos de hace un rato, aunque estoy segura que ya no volverán-
-Iré con cuidado-

Jorge había terminado más temprano de lo usual sus prácticas, así que le había pedido a Ana que fuera a su casa para que le explicase algunas cosas de matemáticas, puesto que había reprobado el último examen parcial de la materia. Realmente, era una materia que le aterraba ya que nunca había sido bueno para los números.
-¿Está Jorge?- preguntó la chica al llegar y ver a la madre de su novio.
-Sí, adelante- contestó la madre del chico.
Invitó a Ana a pasar dentro de la casa, y le dijo que en un momento su hijo bajaría a recibirla, puesto que se encontraba tomando un pequeño baño. Entonces la mamá de Jorge tomó su bolso, y le pidió a Ana que tan pronto y Jorge bajara, le dijera que ella se había ido ya a trabajar, y que su hermana dormiría fuera de la casa. Ana asintió a la petición de la señora sin articular palabra alguna. Tan pronto como la señora cerró la puerta, Ana sintió el silencio a su alrededor.
En ese instante, escuchó como alguien abría una puerta en la planta alta de la casa. Quizás Jorge había terminado su baño. Ana se puso de pie y subió lentamente las escaleras. Llegó hasta la habitación de Jorge y se quedo de pie frente a la puerta.
-¿Y si aún no se cambia?... ¿Aún estará desnudo?- dijo la joven para sí misma en voz alta.
-Eres una pervertida- contestó Jorge quien se encontraba detrás de ella.
La chica al escucharlo, se asustó tanto que pego un enorme grito.
-¡Cálmate soy yo!- exclamó Jorge tratando de calmar a la chica.
-Nunca me hagas eso de nuevo- agregó Ana al tiempo en que entraba en la habitación de Jorge e intentando recuperar el aliento dijo –Ahora que lo pienso, es la primera vez que entro en tu habitación-
-Cierto- agregó Jorge, cuando en ese momento besó inesperadamente a la chica.
-“Cuando Jorge me besa… siento que no hay tiempo ni espacio… cuando Jorge toca mi espalda, siento que lo puedo hacer todo… cuando Jorge toca mi pecho… ¡¿EH?!”- gritó Ana al volver en sí, solo para darse cuenta de que Jorge se encontraba encima de ella. En ese momento ambos se miraron fijamente.
-¿No me vas a dejar?-
-Por supuesto que no-
-Vale…- agregó Jorge al tiempo en que sentaba sobre su cama y se ponía una playera azul -¿No te piensas sentar?- preguntó al ver que la chica ya se había puesto de pie frente a él.
-No, estoy bien aquí-
-¿Por qué?-
-Por que te conozco y sé que intentarás algo-
-No lo haré… prometo no hacer nada que te moleste- agregó Jorge al ver a la chica tan distraída mirando en dirección a su escritorio -¿Qué tanto ves?-
-Esa fotografía- contestó la chica al tiempo en que tomaba el objeto -¿Quién es la chica que está a tú lado?-
-Es… Lucía-
Entonces Ana lo comprendió. Ella podría haber preguntado él por qué seguía aún conservando una fotografía de la chica que lo había engañado, más sin embargo, tomó la decisión de confrontar a Jorge directamente. Definitivamente no daría rodeos.
-¿La quisiste?- preguntó Ana agachando la mirada.
-Es…- tartamudeó Jorge intentando encontrara las palabras menos dolorosas y a la vez menos comprensibles –Algo difícil de responder-
-No dejemos- dijo Ana casi susurrando –No dejemos que ella siga en nuestro presente…-
-Pero…-
-¡Ella te engaño!- exclamó la chica perdiendo el              control. Una corriente de fuego corrió por dentro de sus venas. No podía reprimirlo más –Quizás yo no sea igual en nada a Lucía, pero… te prometo que haré todo lo posible por hacerte feliz-
Jorge la escuchó detenidamente. En ese momento, tomó la fotografía y la tiró. Ana tenía razón en algo: ella lo había engañado. Volvió su vista hacia donde Ana estaba y se acercó tiernamente a ella y la abrazó. No se detendría más; era tiempo de dejar fluir aquellos sentimientos que aún guardaba en su corazón por aquella que en ese entonces, estaba ya en el cielo.

julio 18, 2011

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Hola chic@s!

Hoy les escribo para que me ayuden (por lo que mas quieran) a que el blog sea leido por mas gente: Por favor!
Por cierto, tambien paso a decir que a partir de ahora subiere un capitulo por semana... bueno hare dos subidas, solo que cada capitulo lo dividire a la mitad...
Bueno, espero que sigan disfrutando de esta historia que realmente me encanto, y que sigan entrando a leerme. Espero que todos gozen de salud y de bienestar y tambien ojala y tengan un lindo dia.

LIBRO 1 Capitulo 12

12. SECRETOS



-Antes dijiste que no querías que hubiera secretos entre nosotros, ¿no?-
-Sí- susurró casi sin mover los labios.
-Jorge… ¿Por qué no me contestas?-
El chico estaba por hablar cuando justo en ese instante, Sofía tocó a la puerta.
-A-adelante- contestó Ana con cierto tono de nerviosismo, al tiempo en que pensaba en lo inoportuno que había sido que Sofía tocara.
-¿Quieres que continúe donde lo dejamos?- preguntó Jorge después de que vio que Sofía salía de la habitación de su novia.
-Si-si quieres-
-Dime… ¿Qué crees que haya pasado entre ella y yo?- preguntó Jorge tratando de poder sobrellevar la situación.
Ana se quedó callada, pues esa era una pregunta que no había visto venir.
-Karina y yo- dijo al sentir el silencio y la incomodidad de la chica –Estuvimos 1 años juntos en el mismo salón, y durante ese año, solo me tocó sentarme a su lado por un semestre; ni siquiera hablamos… pero, es algo muy difícil de explicar… ¿alguna otra pregunta?-
-¿Ella estaba enamorada de ti?-
-¿Qué?... valla, es la primera vez que escucho eso-
-Entonces, te creo… si tú dices que nada pasó entre ustedes, yo te creo-
-Bien… creo que es un poco tarde, y si espero a Daniel se me hará más tarde aún, así que mejor me iré-
-Ok… ¿estarás bien?-
-Oye, no soy un niño- agregó Jorge justo antes de cerrar la puerta de la habitación de Ana.
-“Lo siento”- pensó el chico al tiempo en que caminaba sobre la callecita empedrada que su novia tenía que recorrer todas las mañanas.
La noche había caído hacía más de 2 horas así que la oscuridad podía percibirse claramente.
Al día siguiente, los alumnos de 2° semestre no asistirían a clases puesto que, los maestros tendrían un curso de pedagogía.
-Iré a comprar algo de leche- gritó Ana desde la puerta principal.
-Está bien, ve con cuidado y abrígate bien- contestó Daniel desde su estudio.
Ana salió de su casa, y para su sorpresa se encontró con David en la tienda. Ambos comenzaron a platicar, hasta que finalmente llegaron al tema de la plática que ella y Jorge habían tenido durante el día anterior.
-¿No crees que si hubiera pasado algo entre ellos dos, tú te habrías dado cuenta?- le cuestionó la chica al mejor amigo de su novio.
-Si, tienes razón- contestó David, quien la miraba fijamente al rostro. Estaba completamente embelesado con el color de las mejillas de la chica. Un color melocotón que sobresalía entre los pequeños mechones que colgaban alrededor del pequeño gorrito blanco de pana.
-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?-
-Te has cambiado el peinado, ¿verdad?-
-Sí-
-Te ves mucho más bonita… y creo que tienes razón sobre lo que dices… bueno nos vemos-
David era el mejor amigo de Jorge, y era todo lo contrario de él. Vivía con su familia a cinco cuadras de la casa de su mejor amigo, y aunque nunca lo había admitido, también se había enamorado de Lucía, y ahora parecía que estaba ocurriendo lo mismo con Ana, puesto que le había tomado tal cariño a la chica, que para esos momentos ya le quería de una manera inconsciente pero real.

El día pasó demasiado rápido. David se encontraba en su habitación, haciendo su tarea, cuando en ese momento, alguien entró en su recamara. Era Jorge.
-Préstame tú libro de Química- decía el recién llegado al  tiempo en que abría los cajones del escritorio de su amigo.
-Primero se toca, ¿no crees?-
-¿En donde está?- preguntó Jorge ignorando a David.
-Fíjate en ese cajón- respondió apuntando a su librero.
-Ah, lo encontré-
-Oye… ¿Pasó algo entre Karina y tú?-
-¿Eh?.... ¿Por qué me haces la misma pregunta que Ana?, es ilógico que algo haya pasado entre nosotros-
-Pero pasó, y lo sabes-
Jorge se quedó atónito ante lo que acababa de escuchar. ¿Por qué David sabía lo que había pasado entre él y Karina? Acaso él… ¿lo sabía desde hacía tiempo?
Definitivamente tenía que haber escuchado mal. Si tenía que ser eso.
-Yo… vi cuando entraron ese día al gimnasio-
-¿Desde cuando lo sabes?-
-Desde ese día-
-¿Por qué… por qué hiciste como si no sabías nada hasta hoy?-
-Por que esperaba que tú me lo contaras… ¿Cómo pudiste hacerlo con la hermana de tú aún entonces novia?-

Mientras Jorge enfrentaba la verdad ante David, Analía y Daniel tenían una charla muy peculiar.
-¿Desde hace cuanto que Mariana está enferma?-
-Desde hace más de 2 meses… ella fue la que me dijo la verdad sobre mi origen, sobre como le fui arrebatada a mi madre el día de mi nacimiento, y sobre como murió mi papá… y tú, ¿desde cuando lo sabes?-
-Yo lo he sabido desde que tengo uso de razón-
-Entonces… ¿Por qué no me buscaron?-
-Por que al parecer, mamá y papá tenían un trato con Star Streek, de modo que si una de las gemelas se quedaba con ellos… nuestras vidas estarían aseguradas-
-Entonces si el contrato es ese… ¿Por qué hasta ahora me buscas?-
-Por que justo en el momento en que mamá murió, el trato entre Star Streek y la familia Vandom terminó-
-Odio a mis padres… les odio-
-No juzgues a las personas si no sabes la verdadera razón por la cual hicieron las cosas… necesitamos hablar de la verdad… pero todos juntos… tú, yo y Ana…-




















“Incluso de esos pequeños cambios que me rodeaban… no me di cuenta de nada”

julio 16, 2011

LIBRO 1 Capitulo 11

AÑO NUEVO



Las vacaciones de invierno habían terminado, y un nuevo año estaba por comenzar. En Valle del Rey, se acostumbraba que el primer día del año nuevo las familias visitaran juntas la montaña de la ciudad, puesto que así, se preparaban para recibir el año. Como Jorge y Ana no habían tenido oportunidad de ir a la montaña el primer de año nuevo, habían acordado que durante el primer día de inicio de clases, juntos harían una pequeña visita a la montaña.
-Buenos días- dijo el profesor de Inglés al tiempo en que entraba al salón.
-Buenos días- contestaron al unísono todos los alumnos.  El maestro estaba por tomar asiento, cuando alguien tocó a la puerta del salón.
-¿Puedo pasar?- preguntó Ana desde la puerta.
-Adelante, por ser inicio de clases, pasaré este retardo por alto-
Ana entró al salón, pareciese que algo andaba mal con ella, puesto que ni siquiera notó que Jorge la había estado observando por más de un largo rato. Desde que Ana había vuelto de Inglaterra, ambos no habían tenido oportunidad de hablar en persona, pues la única que vez que hablaron, fue el día en que se pusieron de acuerdo para visitar la montaña de Valle del Rey juntos.
-Bien, ahora que ya esta todo el grupo completo, quiero presentarles a una nueva alumna, la cual será nuestra nueva compañera este semestre… pasa- dijo el maestro al tiempo en que abría la puerta –Su nombre es Analía Flores Vandom -
La chica entró con pequeños pasos, y el profesor le asignó el lugar al lado de Ana.
-Hola- dijo Ana sonriendo en voz baja –Me llamo Anahí Magaña Vandom. ‘Vandom’ como tú-
Analía la miró detenidamente, pues sus ojos emanaban cierto aire de frialdad.
-¿De qué te ríes?, pareces una estúpida sonriendo de esa forma- contestó Analía sin dejar de mirar al pizarrón.
Ana al escucharla, se sonrojó completamente y decidió no hablar más con la nueva compañera. Definitivamente no era el inicio de una buena amistad.
Las clases pasaron demasiado rápido, al menos para el gusto de ella. Ese día no pintaba nada bien. Pareciese que la chica estuviese evitando a su novio, puesto que a la salida de la preparatoria, comenzó a caminar inmediatamente en dirección hacia su casa. Parecía como si estuviese encerrada en su propio mundo, pues cuando estaba por cruzar la calle no logró darse cuenta de que un carro también estaba pasando frente a ella.
-¡Espera!- exclamó Jorge al tiempo en que la jalaba hacia atrás.
-¡¿Qué?!- respondió la joven totalmente descolocada por la reacción.
-¿Estás bien?-
-Sí…-
-Entonces, ¿si vamos a ir a la montaña?-
-Este… claro-
En ese momento, el chico tomó de la mano a la joven y ambos comenzaron a caminar en dirección hacia la montaña. Una extraña atmosfera de silencio se creo entre los dos.
-Te noto muy distraída- dijo Jorge -¿Pasó algo con tu hermano o en Inglaterra?-
-No para nada, estoy muy bien-
-Si no me quieres decir, solo dilo-
-Estoy bien- contestó Ana intentando disimular una sonrisa.
-Ana… cuando me compraste el regalo de Navidad… ¿Quedaste de verte con David, cierto?-
-¿Eh?... quería que fuese una sorpresa-
-No me vuelvas a mentir…-
-¿Mentirte?-
-Si… ese día te pregunte si habías estado sola durante tus compras, y me dijiste que habías estado con Alejandra-
-Lo siento-
-Como sea, no me vuelvas a mentir… y mucho menos si es para verte con otro chico… no quiero que existan secretos entre nosotros-
-OK-
Caminaron durante un rato más bajo la fria nieve que ya había comenzado a caer nuevamente. Al sitio al que iban no era un lugar que se encontrara lejos, pues si bien, la preparatoria se situaba a las faldas de la montaña.
-Bien hemos llegado…- dijo Jorge al tiempo en que se sentaba sobre una de las bancas que habían en el primer mirador, pues debido a las nevadas de días anteriores, el primer mirador era el único          accesible –Mira, ha comenzado a nevar…-
-Me pregunto como será este año-
En ese momento, ambos comenzaron a recodar lo que habían vivido durante aquel año, que hacía más de 7 días, había llegado a su fin.
-Seguro que será tan bueno como este- agregó Jorge sonriendo y soplando a los pequeños copos blancos.
-Si… ya lo creo-
-Ana…si tuvieras la oportunidad de pedir un deseo, ¿Qué sería?-
-Quisiera… poder hacer un viaje a Disneyland… siempre he querido hacerlo, pero como ahora mi hermano está más grande pues… ¿y tú? ¿Cuál es tu deseo?-
-Necesito más amor que dinero o viajes-
-¡Te daré todo el amor que necesites!-
-Entonces, ven a mi casa el domingo, no habrá nadie-
Ana guardo silencio por un momento, pues trataba de entender las palabras de Jorge.
-Ya veo el concepto de amor que tienes… ¿Es que solo piensas en eso?-
-Pues sí-
-Pues que mamón- respondió Ana con gran tono de seriedad.
Decidieron regresar antes de que el sol se pusiera en lo alto de la montaña. Estaban por tomar el camión de regreso a la casa de Ana, cuando Jorge le preguntó a la chica acerca de la tarea que habían dejado.
-Solo matemáticas- contestó Ana.
Jorge buscó entre las cosas de su mochila, y se dio cuenta de que había dejado el libro de Matemáticas sobre su banca.
-Volvamos por él- dijo Ana.
-¡Que flojera!-
Entraron en la preparatoria, pero como a Ana le dieron ganas de ir al baño, le dijo a Jorge que él entrara al salón y recogiera su libro, mientras que ella entraba al baño. Jorge aceptó, y se fue corriendo para el salón 2-B, del último edificio, puesto que ese era el nuevo salón que se les había asignado para el nuevo semestre. Entró rápidamente, y se dio cuenta de que Karina también estaba ahí, recogiendo unas cuantas cosas, puesto que ella tenía entrenamientos de gimnasia después de las 5 de la tarde, así que para esas horas, pensó, ella ya había terminado de entrenar.
-Nunca te agradecí lo que hiciste por mí durante la caminata del semestre pasado… gracias a que estuve bien al día siguiente, ganamos la competencia regional-
-No hay de qué-
-Pero… no lo vuelvas a hacer, no quiero deberte nada ni hora ni nunca- agregó Karina al tiempo en que tomaba su mochila y se preparaba para salir.
-Si tanto me odias… ¿Por qué te acercaste a mí aquella vez?- le espetó Jorge sin voltear a verla a la cara.
-Solo fui tu instrumento de venganza en contra de mí hermana…-
-Eso no es cierto… ni siquiera sabía que ella me engañaba-
-Entonces, ¿Por qué lloraste ese día?-
Jorge dejó a Karina con la palabra en la boca, tomó su libro y salió, pero al abrir la puerta se dio cuenta de que Ana estaba ahí, de pie frente a él.
-¿Jorge?- preguntó ella al verlo y no entender la expresión que estaba marcada en su rostro.
Un silencio sepulcral reinó más sin embargo, el chico pasó de largo frente a ella.
-Vámonos- dijo mientras la tomaba de la mano bruscamente.

Tomaron el autobús que los dejaba de pasó en la casa de Ana. Había comenzado nuevamente a nevar, así que como ya era un poco tarde, Ana le pidió a Jorge que se quedase hasta que Daniel llegará, así su hermano podría llevarlo hasta su casa.
-Pasa- dijo la chica al tiempo en que abría la puerta.
-Hay algo en que pueda servir, señorita- dijo Sofía al tiempo en que tomaba la enorme chaqueta de Ana.
-No, solamente sube dos tazas de chocolate caliente a mí habitación-
Ambos jóvenes subieron en silencio a la habitación de la joven.
-¿Quién es?- preguntó Jorge.
-Es Sofía, desde hace más de un mes que trabaja con nosotros…Jorge, ¿puedo preguntarte algo?- cuestionó Ana al tiempo en que se sentaba en el sofá de su recamara.
-Claro- respondió Jorge mientras se sentaba junto a la chica.
-¿Qué… qué hubo entre Karina y tú en el pasado?-
-¿Por qué?-
-¿Eh?- preguntó Ana totalmente descolocada ante semejante respuesta –Bueno… me hace sentir incómoda-
Jorge se puso de pie y se sentó en la cama, y sin ver a Ana a los ojos, guardó silencio. Se acomodó el cabello y se dejo caer sobre la suave cama.
-Te quiero- dijo la joven al tiempo en que se sentaba del lado de su novio –Y yo tampoco quiero que existan secretos entre nosotros… por eso creo que tengo derecho a saber que fue lo que ocurrió entre ustedes dos-
-¿En verdad quieres saberlo?-
La respuesta de la joven fue innecesaria puesto que su mirada lo decía todo. El silencio reinó nuevamente entre ellos nuevamente.
-¿Jorge?... contéstame-

julio 15, 2011

MUCHAS GRACIAS!

Chic@s que me leen!
G-R-A-C-I-A-S!!
Verdaderamente estoy feliz por compartir mi novela con ustedes.
Mexico, Estados Unidos, Alemania y España!
Mil gracias por leer mi historia. Ahora pueden publicar sus comentarios con mas facilidad. Me encantarìa que dejaran sus comentarios para asi saber que les parece.
Les agradezco mucho!

Gracias Gente!

LIBRO 1 Capitulo 10

10. VIAJE A INGLATERRA



-Casi y perdemos el avión- dijo Daniel al tiempo en que tomaba su maleta.
-Sí, pero el punto es que no lo perdimos- contestó Ana sonriendo. Vestía una falda color caqui, sobre unas mallas algo oscuras; junto a una chalina algo gruesa y un gorro de motitas.
-Ana… he tomado la decisión de proponerle matrimonio a Bianca, ¿Qué opinas?-
-¿En serio?... pues que bueno- sonrió la joven intentando parecer sorprendida, pues aunque Daniel no se lo dijera, ella ya sospechaba desde hacía tiempo que ese momento estaba por llegar.
-¿Te agrada la idea?-
-Seguro, lo importante es que tú seas feliz al lado de la persona especial para ti, y si Bianca es esa persona, yo no tengo otra cosa más que ser feliz por ti-
-Gracias-
-¿Por qué me agradeces?-
-Por que ahora puedo verte como a un apoyo para mí… ahora comprendes lo que es bueno y lo que es malo, y agradezco que estés aquí junto a mí-
-Yo también lo agradezco, pero si no nos damos prisa, el avión se irá-
El vuelo duró cerca de 18 horas. Llegarían a Inglaterra justo el día de Navidad. Un largo viaje navideño. Abordaron el avión rápidamente. Sus asientos estaban juntos, así que Ana se sentó junto a la ventana del avión. Se puso los pequeños audífonos de su celular y comenzó a escuchar música pop. En ese momento, algo remoto vino a su memoria. Un lugar recóndito de su cabeza se movió ante la mención de ‘Inglaterra’. Tardó un momento en llegar a una conclusión. Era cierto. Santiago, aquel compañero que la había querido durante sus años de secundaria también vivía en aquel país. Era extraño que recordara algo como eso justo en esos momentos, pero a decir verdad, la idea de tener un conocido en aquel país no tan grande excitaba de cierta manera el corazón de Ana. 
Al llegar al aeropuerto internacional de Inglaterra, se dieron cuenta de que un hermoso coche ya los estaba esperando. Fueron llevados hasta una hermosa mansión, y ahí al llegar, Ana se dio cuenta de la inmensidad de la fortuna de la novia de su hermano. La casa era realmente enorme. Y más que eso, parecía ser modesta en comparación a las otras propiedades vecinas.
-¡Daniel!- exclamó una hermosa joven de tez blanca y ojos azules al tiempo en que bajaba de una gran escalera.
-¡Bianca!- exclamó Daniel sonriente.
-Vamos, mi familia te esta esperando en el recibidor principal-
-Seguro… Ana- dijo Daniel al tiempo en que volteaba a ver a su pequeña hermana.
Entraron en la sala, y la chica se dio cuenta de que, efectivamente ya estaban siendo esperados por la familia de la joven.
-Ella es mi madre-
-Es un placer- contestó Daniel en idioma inglés. Un inglés tan perfecto que parecía que lo hubiese hablado desde pequeño.
-Él es mi padre, pero claro ustedes ya se conocen-
-Buenas noches-
-Y él es mi hermano menor, Santiago-
-Hola-
-¿Santiago?- preguntó Ana al verle.
-¿Anahí?- cuestionó Santiago al reconocer la voz de la chica. Un silencio, de esos que no resultan ser tan incómodos se presentó en el recibidor de la mansión.
-¿Se conocen?- preguntó entonces Bianca totalmente confundida.
-Sí- contestó Santiago sin perder la compostura –Ella fue mi compañera de clase cuando estudié un tiempo en Valle del Rey, cuando padre tuvo que hacer unos cuantos movimientos comerciales por allá-
-Bueno- dijo Daniel –Entonces, ¿Por qué no acompañas a mi hermana a su habitación?, estoy seguro de que tienen muchas cosas de las cuales quieren hablar-
-Claro- contestó Santiago.
Subieron por la gran escalera. Ana observaba fijamente a Santiago, notaba el gran cambio que el chico había tenido desde la última vez en que ambos se habían visto. Y si que había cambiado. Ahora una pequeña barba –que había sido afeitada hacía poco- se asomaba por debajo de la barbilla. Unos ojos color miel resaltaban entre aquellas largas pestañas. Realmente no negaba ser de alta alcurnia, pues su forma de hablar y de dirigirse a las demás personas era tan excelente que parecía ser un diplomado. Un cabello negro bien cortado, con algo de estilo juvenil y unos pantalones color café que hacían juego con un ligero suéter blanco, lo hacían parecer perfecto. El chico ideal.
-No te reconocí- dijo la chica con voz baja apenada ante la idea de estar con un chico que si apenas conocía. Porque para ella, ese no era Santiago… su amigo Santiago.
-¿Eh?- contestó el interpelado ahora hablando en español. Un español igual de fluido que su inglés. 
-Si, bueno halla abajo… es decir, realmente has cambiado mucho-
-¿En serio?... tú también has cambiado… un poco-
-¿Un poco?-
-Si, bueno… has crecido y te has cambiado el color del cabello-
-Ah… es solo que lo hice un poco más obscuro-
-Bien, esta será tu habitación- dijo Santiago al tiempo en que entraba a una gran recámara.
-Es muy grande-
-Han pasado dos años desde la última vez que te vi-
-Sí, ya lo creo, la última vez nos encontramos en el festival de otoño de Montenegro, ¿verdad?-
-Sí-
-¿Sigues viviendo ahí?-
-No, regresé a Valle del Rey-
-Ya veo… ¿volviste a ver a Jorge?-
-Si, bueno, él y yo somos…-
-Dilo, después de todo, la última vez que nosotros nos vimos comprendí que realmente tú nunca dejarás el sentimiento que tienes hacia él-
-Lo siento-
-Entonces… ¿son novios?-
-Sí-
En ese momento, una de las ayudantes de la casa de Santiago tocó a la puerta para avisarles que la cena ya estaba servida. Ambos bajaron y la cena dio comienzo. Solamente fue una cena familiar, y justo ahí, fue donde Daniel se decidió a proponerle matrimonio a la que por 2 años había sido su novia. Tanto la familia de la novia, como la novia estaban felices de que finalmente ambos jóvenes formalizaran su compromiso, puesto que el padre de Bianca, veía con buenos ojos al joven novio.
Ese sería uno de los días más felices que viviría Daniel.
La cena terminó, y cada uno subió a la habitación que les había sido asignada. Ana estaba por meterse en su cama, cuando escuchó que alguien llamaba a su puerta.
-Adelante- dijo ella.
-Hola- contestó su hermano al tiempo en que entraba en la habitación.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Ana con asombro.
-He venido solo por un momento… solo vine a darte las buenas noches-
-Buenas noches, entonces-
-Buenas noches-
Ana entró en la cama, y se recostó por un momento. En ese momento, comenzó a pensar en Jorge. Su cabeza fue haciendo un puzzle, que poco a poco comenzó a crecer más y más, tanto que llego a una conclusión: Jorge nunca había llorado por la muerte de Lucía. Era extraño que Ana así lo pensase, después de todo no tenía por que importarle el que su novio no llorara por su ex-novia. Pero de alguna forma, era algo que la inquietaba verdaderamente.

Las vacaciones pasaron demasiado rápido para el gusto de Ana, y aunque se había sentido algo triste por no haber pasado la navidad al lado de su novio, la hizo inmensamente feliz, el saber que su hermano había decidido casarse con una persona como Bianca.
El día de la despedida, Santiago y su familia acompañaron a los Vandom hasta el aeropuerto, con la esperanza de volverse a ver durante las vacaciones de primavera, puesto que tan pronto como Santiago terminará el semestre, lo mandarían a estudiar a Valle del Rey.
Todo había sido genial durante esas vacaciones.
Pero, ¿Qué tal habían pasado las vacaciones los demás en Valle del Rey?. Ana no tenía ni idea de lo que había pasado en su ciudad, puesto que la habían mantenido tan ocupada en Inglaterra, que muy apenas y tenía tiempo de dormir.


-¿Piensas hablarle sobre ella?- le cuestionó David al tiempo en que se sentaba en la cama de Jorge. Una fuerte nevada caía fuera de la casa de su mejor amigo.
-¿Eh? ¿A que te refieres?-
-A esa fotografía- contestó David al tiempo en que apuntaba al ropero de Jorge -¿No te parece extraño que aún conserves la foto de tu ex-novia?
-Es solo una fotografía-
-Bien, entonces como es solo una fotografía me la llevaré, no importa- agregó David al tiempo en que la tomaba.
-¡No la toques!- exclamó Jorge apretando fuertemente la mano izquierda de su amigo.
En ese momento, el silencio se hizo presente entre los dos amigos. Un aura extraña se dejo sentir en la pequeña habitación de Jorge. Una pesadez que invadió los dos jóvenes cuerpos.
-Entonces ve a verla, llévale flores y algo de incienso-
-No iré… ella, murió pensando en el chico al que amaba, así que nunca sentiré pena por ella-
-¿Y que hay de Ana?... si no te sientes capaz de quererla tanto como quisiste a Lucía mejor déjala-
-La quiero… pero comprende que Lucía es parte de mi historia-
-Entonces, por lo menos… ¿Piensas hablarle de Lucía?-
-No quiero lastimarla-
-Mentirle no está bien y lo sabes-
-Sí… pero, no quiero verla llorar… no quiero verla llorar otra vez-



julio 14, 2011

Lovers!!!

Esta cancion me encanto. La subo aqui, por que forma parte de mi inspiracion para el ultimo libro que acabo de escribir

LIBRO 1 Capitulo 9

9. NAVIDAD



-¿Qué debería comprarle a Ana?- preguntó el chico a David al tiempo en que ambos observaban el aparador de cristal con gran nerviosismo.
-No lo sé, tú eres su novio-
-Si, pero…-
-Sea lo que sea, sé que le gustará… lo importante es la intención con la que lo compraste-
-Pero…-
-Estará bien-
-Sí, lo sé… pero solo traigo 500 pesos-
-Idiota… entonces compra lo que te alcance-
-Jo… donde quedo lo de la intención-
-Jorge, date prisa, que en esta tienda no encajamos muy   bien- agregó David en voz baja, puesto que se encontraban dentro de la pequeña joyería, en la cual se encontraban también 4 chicas comprando unos cuantos pares de aretes.
-Está bien… llevaré el juego de anillos-

El último día de clases antes de Navidad había llegado finalmente. Ana y Jorge solo se verían hasta el sábado por la mañana, el día de Nochebuena, puesto que, ella y su hermano, pasarían las fiestas navideñas al lado de la familia de la novia de Daniel, que vivía en Inglaterra.
La salida de la preparatoria había sido un poco temprano, puesto que la noche anterior había caído una fuerte nevada, tanto que dos de sus profesores habían pescado un fuerte resfriado.
-¿Nos vamos?- preguntó Jorge sonriendo mientras se acomodaba la bufanda.
-Eh… lo siento, pero quedé con Alejandra para ir a un buffet- intervino la chica intentando ocultar su rostro de su novio. Nunca había sido buena para las mentiras, así que si mentía, sabía que Jorge se daría cuenta.
-Ah, vale- agregó Jorge antes de ver como su novia salía corriendo del salón.
El chico bajó despacio hasta el lugar donde se encontraban los casilleros, puesto que justo ese día tenían que desocuparlos, debido a que el semestre había terminado. Comenzó sacando poco a poco sus libros, después de todo, había ocupado ese casillero por un largo semestre. “Estaba mintiendo” pensó mientras cerraba su casillero. En ese momento, observó que Alejandra también estaba desocupando el casillero que había tenido durante ese primer año.
-¿No se habían ido ya?- preguntó al acercarse y ayudarla al ver que le era difícil sostener la caja de cartón que llevaba entre sus manos.
-¿A dónde?- le cuestionó Alejandra totalmente confundida aprovechando la ayuda para desocupar con más rapidez su taquilla.
-Al buffet con Ana-
-Ah, pero si eso fue la semana pasada… pobre, deberías llevarla, no pudo ir con nosotros, por que Daniel acababa de llegar de uno de esos de sus viajes…-
-Ya veo…-
-Bueno, nos vemos- dijo Alejandra antes de salir, puesto que ella también se marchaba –Y gracias por ayudarme-
Jorge salió también, mientras pensaba en una sola cosa: “Ana”.  Corrió hasta la parada del bus, puesto que Iván, un compañero al cual se había encontrado en el camino, le informó que había visto que Ana había tomado el camión anterior.
-¿Por qué la buscas tan desesperadamente?- preguntó Iván, quien se le había unido en la carrera puesto que tomaría también el camión.
-Acaso no es obvio…-
-No-
-Estoy siguiendo a mi novia-
Ambos viajaron cerca de 20 minutos en autobús. Cuando llegaron al centro de la ciudad, bajaron casi corriendo, y comenzaron a buscarla.
-Mira- dijo Iván apuntando al centro de la Gran Plaza, donde se localizaba un gran reloj –Ahí esta-
En ese momento, ambos observaron como Ana estaba recibiendo una llamada.
-¿No vas a venir?- preguntó Ana tristemente.
-No, creo que es mejor que el regalo lo escojas tú- contestó David, que era la persona a la cual Ana estaba esperando.
-Pero, ya te dije que se me dan fatal esas cosas- dijo la chica intentando convencer al joven.
-Escucha, ¿no crees que a Jorge le gustará más algo que compres tú, que algo que compre un amigo suyo?... a ese idiota sea lo que sea que le compres, se que le gustara- dijo el chico justo antes de cortar la llamada.
Ana guardó su celular, y entró en la primera tienda que le gusto. Salió y entró en otra. Ahí duro un buen rato, hasta que finalmente salió con una pequeña bolsa entre sus manos. Jorge e Iván, seguían afuera en la plaza, esperando a que la chica terminara de hacer sus compras.
-Solo venía de compras- agregó Iván en tono de sarcasmo –Valla confianza que hay entre ustedes-
-Ya lo creo- dijo Jorge entre risas, evitando mostrar la tensión que había acumulado por tal situación.
Ambos guardaron silencio, no sin antes dar un gran suspiro.
Estaban por irse cuando Jorge volvió su vista hacia donde se encontraba su novia, y lo que vio hizo que dentro del chico, despertaran los celos, una llamarada de calor recorrió todo su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos; alguien se había acercado a su novia inesperadamente. Apretó los nudillos intentando contener el gran impulso de querer abalanzarse sobre aquella persona, pero Iván le detuvo fuertemente, al ver que Ana estaba hablando ni más ni menos que con David. Ella lo había estado esperando a él. Al mejor amigo de su novio.
-¡David!- exclamó Ana al verle.
-Vine por que pensé que quizás no podrías hacerlo tú sola, pero veo que me equivoqué- contestó el chico sonriendo.
-Sí, ya tengo el regalo de Jorge-
-Entonces me voy-
-Te acompaño-
-No… es mejor que no nos vean juntos-
-¿Pero…?-
-Las cosas se pueden malinterpretar- interrumpió el chica alejándose lentamente.
En ese momento, Jorge se calmó un poco y se acercó hacia donde se encontraba su novia, de una manera tan casual que Ana ni siquiera sospechó que él la había seguido.
-¿Qué haces aquí?- preguntó al verla y fijar su atención en la pequeña bolsa que cargaba.
-Eh… me acabo de despedir de Alejandra… ¿y tú?-
-Ah, estaba dando una vuelta junto con Iván-
-¿Y donde esta él?-
-Se fue, de repente le surgió un improvisto y me dejó solo- contestó Jorge sonriendo, mientras pensaba en que había tenido que darle un pequeño golpe a Iván para que le dejara libre después que él había visto a David junto con la chica-¿Nos vamos?-
-Si- respondió la chica sonriendo.
-Ana… ¿no tienes nada que decirme?-
-No, nada… ha, es cierto, mañana por la mañana quisiera poder verte, puesto que por la mañana tomaré un vuelo hacia Inglaterra junto con mí hermano-
-¿Pasarás la Navidad en Inglaterra?-
-Si… pero estaré aquí para cuando inicie el semestre-
-¿Te parece bien si nos vemos en el parque de siempre?-
-OK, entonces te espero mañana a las 10-

A la mañana siguiente, Ana esperó a Jorge en el lugar en que habían acordado, pero para su sorpresa s novio no se apareció, y cuando acordó ya había pasado más de una hora bajo la fría nieve.
-Tengo que irme ya, sino perderemos el vuelo… pero… realmente quiero verle… quizás algo sucedió... iré a buscarle a su casa, bueno después de todo, me queda de paso-
Comenzó a caminar en dirección a la casa de Jorge, cuando logró notar la figura de una persona que venía caminando a lo lejos. Era él. Una silueta que no podía confundir.
-¿A dónde vas?- preguntó ella un poco confusa al verlo totalmente desarreglado.
-A comprar un poco de leche- contestó Jorge con tono cortante.
-¿No habíamos quedado de vernos antes de que me fuera a Inglaterra?-
-Si vas a mentirme, yo no tengo nada que hablar contigo- respondió el chico justo antes de pasar de largo al lado de Ana. Comenzó a recordar, la escena de Ana hablando junto a David en la plaza comercial.
Ana se quedo callada al escuchar las palabras de Jorge, puesto que estaba realmente confundida, ya que no sabía cual era la razón por la que él actuaba así, pues no tomaba en cuenta la posibilidad de que quizás Jorge le había seguido. Ella comenzó a caminar lentamente tras de Jorge, buscando que este le diese una explicación de su extraño comportamiento.
-¡Espérame!- dijo ella tratando de alcanzar al chico, mientras que él se apartaba cada vez más.
La chica no pudo más, así que abrió su pequeña bolsa y sacó el regalo del chico; se detuvo y lo aventó con todas sus fuerzas -¡Pues algo así, yo tampoco lo quiero!-
En ese momento, la chica comenzó a llorar.
Jorge se detuvo, recogió la bolsa y se dio cuenta de que se trataba de su regalo de Navidad. Dio la vuelta y notó que Ana se encontraba sentaba sobre el blanco suelo, al tiempo en que intentaba limpiar sus lágrimas con los dedos algo congelados de sus manos.
-Lo siento… lamento ser tan idiota… toma-
En ese momento Ana tomó una pequeña bolsa, la cual contenía los dos dijes, que tiempo atrás había observado en la plaza comercial. Uno era rosa, para ella, y otro era azul, para él.
-Dicen que las personas lloran solo cuando están tristes o felices…-
-Entonces espero que esas lágrimas sean de felicidad antes que de tristeza… no quiero que existan secretos entre nosotros-
En ese momento, Ana abrazó a Jorge fuertemente, al tiempo en que Jorge aceptaba los brazos de la chica.
-Vamos…- dijo él al ayudar a la chica a levantarse y a sacudirse la nieve –Vete, si no perderás el vuelo-
-¡Feliz Navidad!- exclamó ella sonriendo.
-¡Feliz Navidad!- respondió el chico de igual manera.




“Que te quiero más, que te amo más
De lo que puedas imaginar…”