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¡Hola a tod@s!
Soy la creadora de este blog, mi nombre es Anet, y realmente espero que lean todos los capitulos de esta maravillosa historia, esperando que disfruten cada uno de los capitulos que estan aqui, dentro de este blog.


julio 14, 2011

LIBRO 1 Capitulo 9

9. NAVIDAD



-¿Qué debería comprarle a Ana?- preguntó el chico a David al tiempo en que ambos observaban el aparador de cristal con gran nerviosismo.
-No lo sé, tú eres su novio-
-Si, pero…-
-Sea lo que sea, sé que le gustará… lo importante es la intención con la que lo compraste-
-Pero…-
-Estará bien-
-Sí, lo sé… pero solo traigo 500 pesos-
-Idiota… entonces compra lo que te alcance-
-Jo… donde quedo lo de la intención-
-Jorge, date prisa, que en esta tienda no encajamos muy   bien- agregó David en voz baja, puesto que se encontraban dentro de la pequeña joyería, en la cual se encontraban también 4 chicas comprando unos cuantos pares de aretes.
-Está bien… llevaré el juego de anillos-

El último día de clases antes de Navidad había llegado finalmente. Ana y Jorge solo se verían hasta el sábado por la mañana, el día de Nochebuena, puesto que, ella y su hermano, pasarían las fiestas navideñas al lado de la familia de la novia de Daniel, que vivía en Inglaterra.
La salida de la preparatoria había sido un poco temprano, puesto que la noche anterior había caído una fuerte nevada, tanto que dos de sus profesores habían pescado un fuerte resfriado.
-¿Nos vamos?- preguntó Jorge sonriendo mientras se acomodaba la bufanda.
-Eh… lo siento, pero quedé con Alejandra para ir a un buffet- intervino la chica intentando ocultar su rostro de su novio. Nunca había sido buena para las mentiras, así que si mentía, sabía que Jorge se daría cuenta.
-Ah, vale- agregó Jorge antes de ver como su novia salía corriendo del salón.
El chico bajó despacio hasta el lugar donde se encontraban los casilleros, puesto que justo ese día tenían que desocuparlos, debido a que el semestre había terminado. Comenzó sacando poco a poco sus libros, después de todo, había ocupado ese casillero por un largo semestre. “Estaba mintiendo” pensó mientras cerraba su casillero. En ese momento, observó que Alejandra también estaba desocupando el casillero que había tenido durante ese primer año.
-¿No se habían ido ya?- preguntó al acercarse y ayudarla al ver que le era difícil sostener la caja de cartón que llevaba entre sus manos.
-¿A dónde?- le cuestionó Alejandra totalmente confundida aprovechando la ayuda para desocupar con más rapidez su taquilla.
-Al buffet con Ana-
-Ah, pero si eso fue la semana pasada… pobre, deberías llevarla, no pudo ir con nosotros, por que Daniel acababa de llegar de uno de esos de sus viajes…-
-Ya veo…-
-Bueno, nos vemos- dijo Alejandra antes de salir, puesto que ella también se marchaba –Y gracias por ayudarme-
Jorge salió también, mientras pensaba en una sola cosa: “Ana”.  Corrió hasta la parada del bus, puesto que Iván, un compañero al cual se había encontrado en el camino, le informó que había visto que Ana había tomado el camión anterior.
-¿Por qué la buscas tan desesperadamente?- preguntó Iván, quien se le había unido en la carrera puesto que tomaría también el camión.
-Acaso no es obvio…-
-No-
-Estoy siguiendo a mi novia-
Ambos viajaron cerca de 20 minutos en autobús. Cuando llegaron al centro de la ciudad, bajaron casi corriendo, y comenzaron a buscarla.
-Mira- dijo Iván apuntando al centro de la Gran Plaza, donde se localizaba un gran reloj –Ahí esta-
En ese momento, ambos observaron como Ana estaba recibiendo una llamada.
-¿No vas a venir?- preguntó Ana tristemente.
-No, creo que es mejor que el regalo lo escojas tú- contestó David, que era la persona a la cual Ana estaba esperando.
-Pero, ya te dije que se me dan fatal esas cosas- dijo la chica intentando convencer al joven.
-Escucha, ¿no crees que a Jorge le gustará más algo que compres tú, que algo que compre un amigo suyo?... a ese idiota sea lo que sea que le compres, se que le gustara- dijo el chico justo antes de cortar la llamada.
Ana guardó su celular, y entró en la primera tienda que le gusto. Salió y entró en otra. Ahí duro un buen rato, hasta que finalmente salió con una pequeña bolsa entre sus manos. Jorge e Iván, seguían afuera en la plaza, esperando a que la chica terminara de hacer sus compras.
-Solo venía de compras- agregó Iván en tono de sarcasmo –Valla confianza que hay entre ustedes-
-Ya lo creo- dijo Jorge entre risas, evitando mostrar la tensión que había acumulado por tal situación.
Ambos guardaron silencio, no sin antes dar un gran suspiro.
Estaban por irse cuando Jorge volvió su vista hacia donde se encontraba su novia, y lo que vio hizo que dentro del chico, despertaran los celos, una llamarada de calor recorrió todo su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos; alguien se había acercado a su novia inesperadamente. Apretó los nudillos intentando contener el gran impulso de querer abalanzarse sobre aquella persona, pero Iván le detuvo fuertemente, al ver que Ana estaba hablando ni más ni menos que con David. Ella lo había estado esperando a él. Al mejor amigo de su novio.
-¡David!- exclamó Ana al verle.
-Vine por que pensé que quizás no podrías hacerlo tú sola, pero veo que me equivoqué- contestó el chico sonriendo.
-Sí, ya tengo el regalo de Jorge-
-Entonces me voy-
-Te acompaño-
-No… es mejor que no nos vean juntos-
-¿Pero…?-
-Las cosas se pueden malinterpretar- interrumpió el chica alejándose lentamente.
En ese momento, Jorge se calmó un poco y se acercó hacia donde se encontraba su novia, de una manera tan casual que Ana ni siquiera sospechó que él la había seguido.
-¿Qué haces aquí?- preguntó al verla y fijar su atención en la pequeña bolsa que cargaba.
-Eh… me acabo de despedir de Alejandra… ¿y tú?-
-Ah, estaba dando una vuelta junto con Iván-
-¿Y donde esta él?-
-Se fue, de repente le surgió un improvisto y me dejó solo- contestó Jorge sonriendo, mientras pensaba en que había tenido que darle un pequeño golpe a Iván para que le dejara libre después que él había visto a David junto con la chica-¿Nos vamos?-
-Si- respondió la chica sonriendo.
-Ana… ¿no tienes nada que decirme?-
-No, nada… ha, es cierto, mañana por la mañana quisiera poder verte, puesto que por la mañana tomaré un vuelo hacia Inglaterra junto con mí hermano-
-¿Pasarás la Navidad en Inglaterra?-
-Si… pero estaré aquí para cuando inicie el semestre-
-¿Te parece bien si nos vemos en el parque de siempre?-
-OK, entonces te espero mañana a las 10-

A la mañana siguiente, Ana esperó a Jorge en el lugar en que habían acordado, pero para su sorpresa s novio no se apareció, y cuando acordó ya había pasado más de una hora bajo la fría nieve.
-Tengo que irme ya, sino perderemos el vuelo… pero… realmente quiero verle… quizás algo sucedió... iré a buscarle a su casa, bueno después de todo, me queda de paso-
Comenzó a caminar en dirección a la casa de Jorge, cuando logró notar la figura de una persona que venía caminando a lo lejos. Era él. Una silueta que no podía confundir.
-¿A dónde vas?- preguntó ella un poco confusa al verlo totalmente desarreglado.
-A comprar un poco de leche- contestó Jorge con tono cortante.
-¿No habíamos quedado de vernos antes de que me fuera a Inglaterra?-
-Si vas a mentirme, yo no tengo nada que hablar contigo- respondió el chico justo antes de pasar de largo al lado de Ana. Comenzó a recordar, la escena de Ana hablando junto a David en la plaza comercial.
Ana se quedo callada al escuchar las palabras de Jorge, puesto que estaba realmente confundida, ya que no sabía cual era la razón por la que él actuaba así, pues no tomaba en cuenta la posibilidad de que quizás Jorge le había seguido. Ella comenzó a caminar lentamente tras de Jorge, buscando que este le diese una explicación de su extraño comportamiento.
-¡Espérame!- dijo ella tratando de alcanzar al chico, mientras que él se apartaba cada vez más.
La chica no pudo más, así que abrió su pequeña bolsa y sacó el regalo del chico; se detuvo y lo aventó con todas sus fuerzas -¡Pues algo así, yo tampoco lo quiero!-
En ese momento, la chica comenzó a llorar.
Jorge se detuvo, recogió la bolsa y se dio cuenta de que se trataba de su regalo de Navidad. Dio la vuelta y notó que Ana se encontraba sentaba sobre el blanco suelo, al tiempo en que intentaba limpiar sus lágrimas con los dedos algo congelados de sus manos.
-Lo siento… lamento ser tan idiota… toma-
En ese momento Ana tomó una pequeña bolsa, la cual contenía los dos dijes, que tiempo atrás había observado en la plaza comercial. Uno era rosa, para ella, y otro era azul, para él.
-Dicen que las personas lloran solo cuando están tristes o felices…-
-Entonces espero que esas lágrimas sean de felicidad antes que de tristeza… no quiero que existan secretos entre nosotros-
En ese momento, Ana abrazó a Jorge fuertemente, al tiempo en que Jorge aceptaba los brazos de la chica.
-Vamos…- dijo él al ayudar a la chica a levantarse y a sacudirse la nieve –Vete, si no perderás el vuelo-
-¡Feliz Navidad!- exclamó ella sonriendo.
-¡Feliz Navidad!- respondió el chico de igual manera.




“Que te quiero más, que te amo más
De lo que puedas imaginar…”

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