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¡Hola a tod@s!
Soy la creadora de este blog, mi nombre es Anet, y realmente espero que lean todos los capitulos de esta maravillosa historia, esperando que disfruten cada uno de los capitulos que estan aqui, dentro de este blog.


agosto 11, 2011

LIBRO 1 Capitulo 16 parte 1

16. DESEQUILIBRIO




Ana se encontraba leyendo en el estudio de su casa; estaba sentada frente a Daniel. En ese momento, su celular comenzó a sonar. Sonó 3 veces seguidas, más sin embargo,  no contestó ninguna llamada.
-¿No piensas contestar?- preguntó Daniel sin dejar de escribir en su laptop.
-No-
-¿Por qué?-
-Por que simplemente no me da la gana-
-Si no quieres hablar simplemente dilo, y no seas grosera-
-Vale…- contestó la joven entre dientes.
Habían pasado más de 5 días desde que Ana y Jorge habían estado juntos. Ana no había vuelto a hablar con Jorge, puesto que no sabía como responder ante aquello que había sucedido con Karina.
-“Se trataba de la hermana menor de su ex-novia… sea como sea que las cosas pasaran… también la traicionó a  ella”- pensó al tiempo en que apagaba su celular.

La mañana siguiente, durante las prácticas de deportes, los chicos serían evaluados como parte de las calificaciones parciales, y a pesar de que Jorge había puesto todo su empeño en anotar los 5 puntos sobre la canasta de basquetbol, no consiguió más que un solo crédito.
-¡Maldición!- exclamó al tiempo en que tomaba asiento al lado de David.
-No hay que ser adivino para saber que estás pensando en alguien-
-La he llamado como 50 veces y no me contesta-
-Sigue llamándola-
-¿Acaso no has escuchado que dije “50 veces”?-
-Pues que sean 100-

Las clases parecían ser eternas para Jorge, puesto que cada vez que encontraba la ocasión para hablar con Ana, ella no hacía otra cosa más que evitarlo. Ni siquiera lo miraba en clase. Jorge había entendido, gracias a la plática que había tenido con David que si ella no le daba la oportunidad, él la tenía que encontrar la forma de hablar con ella así fuera por la fuerza. Estaba claro que si no conseguía hablar con ella en la preparatoria, lo tendría que conseguir en su casa.
Era ya un poco tarde, puesto que los colores del cielo, cada vez comenzaban a ser mucho más tenues. Ana se encontraba en el estudio escribiendo una historia que si bien, había empezado el último día que había pasado en Montenegro, a la cual, el tiempo perdido al lado de Jorge, no le había dado la oportunidad de seguir con la historia. Pero, justo en esos momentos, la voluntad de la escritura y la imaginación reinaban en su cabeza, así que le había parecido un buen momento para poder continuarla.
En ese instante, alguien tocó al timbre de su casa.
-¡Jorge!- exclamó Daniel al abrir la puerta- ¿Buscas a Ana?-
-Si-
-Pero, pasa-
-No está bien, aquí la espero-
Daniel entró en la casa, y se dirigió hasta donde Ana se encontraba.
-Te buscan-
-¿Quién?- preguntó Ana sin dejar de escribir en su pequeña laptop puesto que no esperaba visita alguna.
-Es Jorge-
-¿Eh?- preguntó Ana al tiempo en que cerraba su laptop y la dejaba a un lado de ella –Dile que estoy dormida o invéntate algo-
-¿Por qué habría de hacer eso?-
-Por que no le quiero ver-
-Ha venido hasta aquí por ti… y mira que ya es un poco tarde-
-Me da igual, no quiero verle-
-Está bien- agregó Daniel antes de salir del estudio.
Daniel salió de la casa y le dijo a Jorge que por el momento su pequeña hermana se estaba bañando.
-Entonces la esperaré-
-Sé como te sientes, pero lo mejor será dejarla sola por el momento-
-Está bien… por favor, dale esto por mí- agregó Jorge al tiempo en que le daba a Daniel un pequeño pero hermoso ramo de flores. Después de esto, Jorge se marchó.
Daniel entró nuevamente en la casa, y para esos momentos, Ana ya lo esperaba en la sala.
-Toma- agregó Daniel mientras le mostraba el ramo de flores.
-¿Qué es esto?-
-Lo dejó para ti-
-Idiota- susurró.
-En verdad no te mereces un novio así-
Ana permaneció en silencio. Comenzó entonces a recordar la última plática que había tenido con Jorge.
-“Ese chico al que no merezco se acostó con la hermana de su entonces novia”- pensó Ana al tiempo en que tomaba una de las flores del ramo –“Esta flor... es tan delicada y dulce… quizás Jorge me lo ocultó por cortesía, y aunque no fuese la opción más justa… él mismo lo dijo aquel día… él… también odia ese pasado”-
En ese momento, cedió nuevamente a los sentimientos del chico. Salió apresuradamente de su casa. “Quizás no estoy siendo justa, pero puede que Jorge también este sufriendo con esto”.
Corrió con todas su fuerzas, hasta que finalmente logró alcanzar a Jorge.
-¡Jorge!- exclamó la chica al verlo -¡Te quiero!-
Jorge permaneció en silencio por unos momentos. La miró fijamente a los ojos, al tiempo en que se acercaba lentamente. Se detuvo enfrente de ella, y la abrazo fuertemente. Las cosas habían vuelto a su lugar después de todo. El fuego del amor que había entre estos dos jóvenes era aún más intenso que su sentimiento de pérdida; pero quizás, y solo quizás, si ese mismo fuego no hubiese sido tan intenso no hubiera quemado las manos que en aquel entonces estaban nuevamente unidas.

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